Durante 2020, año en el que inició la pandemia, 26 mil trabajadores ingresaron al sector informal en el Estado, lo que representó un aumento de 9 por ciento de las personas en este rango laboral.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el año pasado inició con 306 mil 878 trabajadores en el sector informal, cifra que aumentó a 333 mil 737 a finales de 2020.
Esta situación también se reflejó en el aumento de los trabajadores por cuenta propia, ya que durante el primer trimestre de 2020 había 278 mil 234 personas bajo esta modalidad, cifra que aumentó a 294 mil 985 para finales del 2020.
Las causas
Con el aumento de las ventas en línea, no poder pagar la renta de sus locales entre otras situaciones, hubo una disminución de dos mil 477 negocios que contaban con un establecimiento físico.
El sector más golpeado por la pandemia fue el de Pymes, Gina Villalobos González, presidenta de la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope) Tijuana, reveló que 282 afiliados cerraron sus locales.
“Aquí en Tijuana el altísimo costo de las rentas fue determinante para el cierre de negocios y con el rebote en la baja en las ventas, aquí estuvo incontenibles los cierres, por el factor de las rentas” apuntó.
En el último trimestre del año la Canacope registró únicamente 90 nuevos socios, aseguró la líder, las personas que perdieron sus empleos recurrieron al autoempleo, en algunos casos.
“Muchos de mis afiliados que cerraron por no poder continuar con las rentas se fueron al comercio electrónico, y eso se disparó hasta el cielo porque realmente éramos pocos los que hacíamos compras en línea”, señaló.
Es una realidad que muchos negocios recurrieron a la informalidad, manifestó, porque no tuvieron un alivio en cuanto a la carga fiscal, ni una extensión en los plazos para cumplir con las obligaciones fiscales.
Villalobos González indicó que en un principio hubo una reforma al Código Civil para que los comerciantes tuvieran un soporte de dos meses sin que se les considerara incumplimiento que provocará una terminación del contrato de arrendamiento.
“Aunque no había ventas, facturas, no había nada, de cualquier manera los pocos que se mantenían, que tenían su plantilla de vulnerables con sueldo al 100%, no hubo consideración en cuanto a cargas fiscales”, aseveró.
Los cierres
Jorge Macías Jiménez, presidente de la Cámara Nacional del Comercio (Canaco) Tijuana, subrayó que los negocios en la avenida Revolución disminuyeron un 30%, al igual que los instalados en los centros comerciales.
“Aquí en la membresía de Canaco seguramente habrán algunos que cerraron y no reportaron, pero no tenemos algo así que nos pueda llamar la atención o nos asuste, afortunadamente supimos cómo manejar los negocios”, expresó.
Algunos de los microempresarios decidieron cerrar su negocio para no pagar renta, pero con miras en volver a abrir cuando la situación de la pandemia mejore, y otros tantos abrieron, aunque en la informalidad.
Detalló que esto para no pagar los permisos correspondientes, ya que representa un gasto fuerte para abrir un negocio, dijo Macías Jiménez, y optaron por vender a través de internet y redes sociales.
“Otras personas están aprovechando y están haciendo la internación hormiga, como se le llama, de productos de Estados Unidos y están vendiendo en redes sociales, en los Swap Meet o sobreruedas ese tipo de mercancía”, enfatizó.
Una de las lecciones que dejó la pandemia a los comercios es realizar publicidad por medio de redes sociales, para llegar a más gente, destacó, ya que antes se limitaban a los clientes que llegaban al local.