Personal del Sistema de Administración Tributaria (SAT) del estado de Baja California, realizó una auditoría a las máquinas tragamonedas de «Caliente» Casino del Hipódromo de Agua Caliente, en Tijuana.
Inspectores de la división de Comercio Exterior del SAT Estatal, en su mayoría jóvenes, llegaron al establecimiento desde el pasado jueves 11 de marzo a las 10:30 horas para realizar una inspección que anteriormente era de competencia exclusiva de la federación.
La revisión concluyó la madrugada de este sábado con la verificación de 940 de las 1 mil 150 máquinas que tiene la empresa. Todas ellas cuentan, según informó en su momento el director general, Eduardo Hernández Triana, con los permisos y documentos que acreditan su compra, entrada al país y licencias para funcionar en regla.
No obstante, los inspectores argumentan el hecho de que los documentos de algunas de ellas tenían sellos que se salieron del recuadro, un número de serie no está en su línea, está medio borroso o se puso chueco o descuadrado, razones por las que incautaron 208 máquinas.
Para estos casos la ley estipula que las máquinas se deben embargar o inmovilizar, dejando al contribuyente como depositario, pero en esta ocasión particular los auditores argumentaron que se las tenían que llevar pese a que se encuentran atornilladas al piso y conectadas a una red electrónica bajo el argumento “solo acatamos órdenes superiores».
La situación es tan legal en todos los casinos de Corporación Caliente que incluso el director de Zitro Games de México, Joan Sauquet, empresa internacional que se encarga de certificar todas las máquinas de casinos, está dispuesto a aclarar que no existe absolutamente ninguna irregularidad en los equipos incautados.
Es extraño, agregó, que sólo a un casino de Corporación Caliente, se le hagan este tipo de auditorías y nunca se toque a otros que existen en la entidad.
Por su parte Alfonso Pérez Lizaur, presidente de la Asociación de Permisionarios y Proveedores de Juegos y Sorteos A.C., dijo que esta auditoría a la que calificó como arbitraria y sin apego a la Ley, perjudicó 300 empleos directos y a 16 permisionarios, así como la operación de 45 salas de apuesta, lo que ha generado pérdidas económicas por más de tres millones de dólares tan sólo de jueves a sábado.
Además, el SAT regional “se dio un balazo en el pie” ya que Grupo Caliente es el mayor contribuyente del estado de Baja California, concluyó Pérez Lizaur.