Del álbum familiar a la historia iconográfica de la ciudad, la colección de fotografías tomadas por Francisco Galván Valenzuela entre 1918 y 1963 documenta la vida cotidiana de esta urbe fronteriza a lo largo de casi medio siglo y nutre el contenido de un volumen de publicación reciente.
El libro “Francisco Galván, viajero de la lente 1918-1963” será presentado en línea con los comentarios del director de la Fototeca Nacional del INAH, Juan Carlos Valdez Marín, y el historiador tijuanense Andrés Waldo Espinoza, autor del estudio introductorio y de la curaduría de las imágenes que aparecen en el volumen.
La cita es este jueves 11 de marzo en punto de las 18:00 horas (tiempo del Pacífico), durante una sesión que transmitirá el Centro Cultural Tijuana, institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de su cuenta en Facebook, cecut.mx, en el marco de la campaña nacional Contigo en la Distancia.
El volumen reúne multitud de imágenes procedentes del Archivo Celia Galván Ramírez, hija de Francisco Galván Valenzuela, quien conservó por décadas las imágenes captadas por su padre y en 2008 las entregó al Archivo Histórico de Tijuana donde se encuentran en resguardo; en reconocimiento a su contribución a preservar la memoria visual de la ciudad se le concedió el título de cronista comunitaria.
Además de su condición de fotógrafo aficionado, Francisco Galván Valenzuela se dedicó a ser chofer, carga-maletas, capitán honorario del aeródromo de Bahía de los Ángeles, Baja California, y pequeño empresario, al abrir un restaurante en un paraje costero de Rosarito donde años más tarde se convertiría en lo que es hoy Puerto Nuevo, famoso por su gastronomía a base de langosta.
Su espíritu aventurero y condición de chofer le permitieron viajar a otras partes del país, entre ellas, Sinaloa, Ciudad de México, Michoacán, Jalisco, visitas que documentó también en imágenes fotográficas.
Publicado por el Instituto de Investigaciones Culturales-Museo de la Universidad Autónoma de Baja California, “Francisco Galván, viajero de la lente 1918-1963”, aparte de documentar la vida cotidiana de esos años en esta frontera, “revalora los archivos de fotos de familia, como parte esencial del sentido de pertenencia e identidad para esta y las futuras generaciones”.
En cuanto al autor del estudio introductorio y la selección de imágenes, Andrés Waldo Espinoza es historiador egresado de la Universidad Autónoma de Baja California; trabajó en la Gerencia de Investigación y Documentación de las Artes del Centro Cultural Tijuana entre 2005 y 2008; y posteriormente en el Archivo Histórico de Tijuana y el Museo de Historia de Tijuana hasta 2019. Su texto, “Francisco Galván, un fotógrafo aficionado en Tijuana”, fue publicado en 2018 en la revista Alquimia de la Fototeca Nacional del INAH.
Actualmente, el historiador tijuanense trabaja en foto archivos familiares y colecciones particulares, con el objetivo de seguir preservando la historia visual de la comunidad en esta región fronteriza.
Súmese este jueves a la conversación global sobre la utilidad de los álbumes de fotos familiares durante la presentación de “Francisco Galván, viajero de la lente 1918-1963”. Siga las redes sociales del Cecut en Twitter (@cecutmx), Facebook (/cecut.mx) e Instagram (@cecut_mx).
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