Además de hacerlo cronológicamente, febrero y marzo se unen en celebraciones para Baja California. Comenzando con la conmemoración del aniversario número 64 de la fundación de la Universidad Autónoma de Baja California. Dicha institución educativa tiene sus orígenes en la iniciativa de un grupo de estudiantes que se vieron en la necesidad de emigrar a la capital de la República para cursar la universidad.
Se trató de una especie de “exilio bajacaliforniano”, que permitió la formación de grandes amistades y, a su vez, la integración de un sólido equipo conocido como el Club Universitario Tijuanense, el cual procuró la creación del Comité Pro-Universidad en Baja California, proyecto que fue adoptado por el gobernador Braulio Maldonado y que dio origen a la Máxima Casa de Estudios, mediante la promulgación de su Ley Orgánica, la cual fue aprobada por la H. II Legislatura del Congreso del Estado y publicada en el Periódico Oficial No. 117. Su primer rector fue Santos Silva Cota, entre 1959 y 1966.
También un 28 de febrero, pero de 1976, fue creada la Sociedad de Historia de Tijuana. Una asociación civil dedicada a la investigación, recuperación y difusión de la historia, cultura e identidad de Tijuana. Uno de los fundadores de dicha institución es el reconocido académico David Piñera, quien, atinadamente asegura que: “No es fácil que las instituciones perduren, pero la nuestra lo ha hecho porque hay una causa y rumbo firme”.
Sin temor a equivocarme, la Sociedad de Historia de Tijuana ha contribuido al desarrollo de la ciudad, hoy forma parte de su identidad y ha plasmado su paso en las páginas de la historia de la ciudad. Dicha institución ha sido presidida por prestigiadas personalidades de la región, como el cronista Mario Ortiz Villacorta Lacave.
Y es precisamente él quien narra minuciosamente el preludio de la toma de posesión del primer Ayuntamiento de Tijuana: “El acto se realizó puntualmente a las tres de la tarde en el marco esplendoroso del Cine Bujazán, el sitio ideal por su tamaño y condicionamiento. Miles de escolapios y gente de todos los sectores abarrotó el teatro, teniéndose que quedar algunos fuera del recinto.”
La ceremonia fue presidida por el gobernador Maldonado; en ella, el delegado de Gobierno en la ciudad, Manuel Quirós, rindió un informe de sus actividades; mientras el discurso del primer alcalde sería recordado por la emblemática frase: “el mejor gobierno es el que es aquél que se hace sentir menos por el pueblo”. Es así como poco más de 3,500 tijuanenses, de los 65 mil que habitaban la ciudad en esa época, atestiguaron el nacimiento del primer Ayuntamiento de Tijuana.
Dicha toma de protesta se llevó a cabo el 1º de marzo de 1954, a la par de los municipios de Ensenada, Mexicali y Tecate. Así se instalaron los primeros cuatro ayuntamientos de Baja California, dado que, en aquel entonces, Playas de Rosarito era una delegación de Tijuana y sería elevado a rango municipal décadas después, en 1995. Mientras, San Quintín, a pesar de su incorporación al régimen municipal el año pasado, instalará su primer ayuntamiento en 2024.
A pesar de la distancia que media en el tiempo, estos son tan solo algunos de los muchos ejemplos del enorme impacto que puede lograr el poder ciudadano en Baja California.
*Post Scriptum*. “La historia es impulso, es imaginación abierta para construir un futuro al tamaño de lo que se realizó ayer”, Jesús Reyes Heroles (1921-1985).
* El autor es maestro, escritor y consultor político.
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