Con motivo de la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se llevó a cabo la presentación del informe La brecha salarial de género en México, elaborado por Runa, en colaboración con Latinas in tech, organización sin fines de lucro que promueve la participación de la mujer en la industria tecnológica.
A este encuentro virtual se dieron cita destacadas mujeres del sector tech & startups: como moderadora estuvo Courtney McColgan, fundadora y CEO de Runa, software de nómina y recursos humanos; Caroline Merin de Rappi, Anna Aguilar de Stripe, Claret Uribe de Facebook y María Aguayo de Expedia.
En pleno siglo XXI donde los avances tecnológicos y científicos han crecido a pasos agigantados, avanzamos lento en cuanto a la inclusión de género en el ámbito laboral. Si bien, ya se han ganado mayores oportunidades para la mujer, la realidad es que tienen que enfrentar más obstáculos en comparación con los hombres.
En este contexto se presentaron los hallazgos más importantes del informe, así como las experiencias personales de las ponentes que como mujeres en el sector tecnología han tenido que sortear para colocarse dentro de los puestos de liderazgo que hoy ocupan.
“Encontramos que, menos de la mitad de las mujeres mexicanas en edad laboral tienen un trabajo y casi el 60% de las mujeres trabajan en la economía informal con menor seguridad social, alta inseguridad y un salario bajo”, destaca McColgan, CEO de Runa.
En su intervención, Anna Aguilar expuso que México enfrenta muchos desafíos para cerrar esta brecha salarial. “Aunque más mujeres tienen acceso a la educación la realidad es que la violencia de género, la informalidad y las largas jornadas de trabajo, no permiten que las mujeres tengan una mayor participación en el mercado laboral. Al cerrar la brecha salarial, el PIB crecería en un 70% aproximadamente, algo realmente bueno para el desarrollo del país”, afirmó Aguilar.
De acuerdo con el informe La brecha salarial de género en México, el 66,4% de las encuestadas cree que la brecha salarial en el país es peor que en el resto del mundo. Principalmente, lo atribuyen a los prejuicios de género contra las mujeres profundamente arraigados en la sociedad mexicana. Asimismo, México está catalogado como uno de los países de la OCDE con niveles más elevados de violencia contra las mujeres.
“El machismo está presente en la sociedad y en las empresas, vivimos diariamente micromachismos y muchas veces no solo es causado por hombres, sino también por mujeres”, puntualizó María Aguayo.
El 64,9% de las encuestadas cree que tener hijos tiene un impacto dramático en la brecha salarial. “Ser mamá tiene definitivamente un impacto en la carrera profesional de las mujeres, el salario y crecimiento sí se ve afectado por hacer esta pausa. La pandemia aumentó las labores de las mamás, aún teniendo el privilegio de trabajar desde casa, se suma la tarea de ser profesores y ayudar a los hijos con sus tareas, además de los quehaceres propios del hogar”, expuso Aguilar.
Aunado a ello, Aguayo enfatizó que “a las mujeres se les empuja a decidir entre ser madre o dedicarse completamente a su carrera profesional, ‘somos presa del machismo’ ”.
Por otro lado, Claret Uribe afirma que “en Facebook existen políticas de paternidad, horarios flexibles y no existe una desigualdad en el pago entre mujeres y hombres. De hecho, desde 2016 la compañía está comprometida con reducir esta brecha salarial, trabaja en la inclusión y la diversidad”.
Los puestos de liderazgo a cargo de mujeres aumentaron en un 7%, su participación es de un 40%, mientras que en hombres es de 60%. “Todavía falta mucho, pero en Facebook existen diversos programas y capacitaciones que están enfocados a desarrollar el potencial de las personas, teniendo como bandera la diversidad y la inclusión”, destacó Uribe.
Al respecto, Caroline Merin mencionó que “si tu producto es diverso, debes tener personal diverso para que puedas comunicar y conectar mejor con tu público objetivo. En Rappi, salimos a buscar el mejor talento del mundo, porque así encuentras diversidad, no nos cerramos a la edad o género, nos centramos en capacidades. Por otro lado, muchas veces las empresas quieren diversidad buscando afuera, pero no promueven su talento interno. Primero, las compañías deberían invertir en sus colaboradores para que éstos, puedan crecer y alcanzar puestos de liderazgo”.
“El sector tecnológico está creciendo rápidamente, por ello, la responsabilidad de poner el ejemplo con buenas prácticas recae en esta industria, poniendo en marcha programas, entrenamientos y políticas más flexibles”, opinó Uribe.
Las empresas juegan un papel importante en la participación de las mujeres en el ámbito laboral, con políticas más incluyentes, auditorías de salarios, tabuladores objetivos, horarios flexibles y de brindar las mismas oportunidades para mujeres y hombres de alcanzar puestos altos de liderazgo.
Para cerrar estas desigualdades, es importante que las mujeres también participen activamente, alzando la voz, porque entre más se haga se volverá en algo común, brindando así mayores posibilidades para todas.
Las participantes concluyeron que el cambio inicia desde una misma, por ello nos compartieron las siguientes recomendaciones.
No autolimitarse– muchas veces las propias mujeres no creemos de ser capaces de alcanzar altos puestos, nosotras solitas nos ponemos el pie. “Las oportunidades son tan grandes como uno los imagine, a veces se tropieza y caemos, pero hay que aprender a levantarse con gracia para seguir caminando”, afirmó Aguilar.
El camino no siempre es lineal- se cree que el éxito es una línea recta, sin embargo, se dan vueltas, se cambia de dirección, se salta, incluso se retrocede, pero siempre mirando hacia adelante con una meta clara de a dónde se quiere llegar.
Ser curioso- no perder esa curiosidad de la niñez, seguir leyendo y aprendiendo es fundamental para el desarrollo personal y profesional.
Negociar- aprender a ser una buena negociadora y no conformarse con lo primero que se te ofrece. Por ejemplo, para pedir un aumento “no solo debes llegar a decir que es injusto lo que te pagan, debes aprender a ser una buena negociadora, primero quitarte las emociones e investigar rangos de sueldo, puestos pares, destacar logros y exponer las actividades realizadas, entonces con todos estos datos puedes pedir un aumento basado en razonamientos y no en emociones”, menciona Merin.
Mentoría- construir una red de apoyo, desde jefes, compañeros de trabajo y personas que admires, aquellos que te pueden guiar y enseñar a crecer profesionalmente, hasta familiares, amigos y conocidos, que te acompañen y apoyen en tu camino hacia el éxito profesional y personal.
Soltar culpas- matar la culpa de ser mejor que otros, de ganar más que el esposo o el novio, de tener un mejor puesto de trabajo que ellos, “dejando estas culpas y remordimientos llegarás muy lejos”, aseveró Aguayo.
“Cómo mujeres no solo veamos por el bienestar individual, pensemos en todas las demás. Yo como madre me mantengo en esta lucha para que el día de mañana mi hija tenga las mismas oportunidades que mis hijos hombres”, finalizó McColgan.
Si quieres leer el informe completo La brecha salarial de género en México, puedes descargarlo de forma gratuita en este sitio web.