El trabajo de investigación permite conocer realidades y ofrecer herramientas para trabajar en la generación de propuestas que resuelvan problemáticas regionales, ese es el caso de “Hecho en el Barrio”. Que en un contexto de violencia generalizada se enfoca en la infancia y juventud , un sector expuesto a diferentes dinámicas de la violencia y con riesgo doble: ser víctimas pero también victimarios. Desde 2008, durante la llamada Guerra contra el narcotráfico, Ciudad Juárez se convirtió en un núcleo de dicha violencia. Sus principales víctimas fueron hombres y mujeres jóvenes, socialmente estigmatizados debido a condiciones estructurales de desigualdad que les mantuvieron al margen de la sociedad, en términos políticos, culturales y económicos.
En este sentido, El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), con la coordinación del el Dr. Salvador Cruz Sierra, investigador del Departamento de Estudios Culturales, ha realizado “Hecho en el barrio”, un proyecto de investigación e incidencia que impacta directamente en la población joven como una propuesta de inclusión económica. Esta iniciativa se realiza en vinculación con la asociación civil Desarrollo Juvenil del Norte de la Presencia Salesiana, en Ciudad Juárez.
Se tiene identificado a Ciudad Juárez como una región peligrosa, principalmente para las mujeres y personas jóvenes. De 2008 a 2011 se registraron más de 10 000 asesinatos violentos en Ciudad Juárez; 400 correspondieron a mujeres, mientras que 95% de las víctimas fueron hombres, jóvenes en su mayoría.
En este contexto, “Hecho en el barrio”, emplea una metodología horizontal y se plantea con el fin de acompañar a los jóvenes, desde una perspectiva de la economía social. A partir de su contexto, sus necesidades y experiencias, se retoman guías para ayudarles a crear productos y servicios. De esta manera, el proyecto se elabora en el barrio, sale de él, es para su beneficio y para el de toda la comunidad que lo integra.
Dicho así, la atención se piensa en términos de un acompañamiento psicoterapéutico, así como también es intención el orientar en la creación de un emprendimiento. Por un lado, se fortalecen la autopercepción y la autoestima de los jóvenes, así como su fortaleza emocional. En otra vía, la intención primordial es auxiliarlos a generar ingresos, ganancias y utilidades que les permitan satisfacer sus necesidades inmediatas y eventuales.
Si bien es cierto, en muchas situaciones el emprendimiento no es una opción que ofrezca mayor oferta económica que el narcomenudeo y las actividades ilegales o paralegales. No obstante, a través de motivadores y participación sincera, los jóvenes en condiciones de alta violencia pueden trabajar en los aspectos de desarrollo personal y humano, como una herramienta importante para su rescate.