La huella de carbono es la medida con la que calculamos el impacto medioambiental de nuestras acciones y tiene en cuenta las emisiones de gases de efecto invernadero.
Conducir un automóvil tiene un impacto en nuestra huella de carbono, incluso en el caso de los vehículos de baja emisiones.
Sin embargo, existen técnicas de conducción eficiente que pueden hacer que la conducción diaria sea más respetuosa con el medio ambiente.
A continuación, te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a ser más consciente de la forma en la que conduces:
Cuidado con la aceleración y el frenado
La conducción ecológica se trata de ser suave con los impulsos. Esto significa frenar pronto y de forma más suave cuando necesites reducir la velocidad o detenerte.
Y de igual manera a la hora acelerar, presiona suavemente el pedal del acelerador para hacerlo más progresivo. Esto es particularmente importante al arrancar en semáforos o cruces.
De esta manera, además de reducir la cantidad de CO2 que emite el coche, se puede conseguir un ahorro de combustible.
Elige los neumáticos adecuados
La vida útil de los neumáticos debe ser una consideración clave para reducir tu huella de carbono. Al igual que con cualquier proceso de fabricación, la producción de neumáticos emite CO2, por lo que tiene sentido elegir los neumáticos que más duren, pero también debemos considerar la resistencia a la rodadura de estos.
Esta preocupación se tiene muy en cuenta en los vehículos más grandes, que generalmente están más concienciados en términos de eficiencia, sin embargo, es útil tenerlo en cuenta también en los turismos.
Los neumáticos como el EfficientGrip Performance 2 de Goodyear son un gran ejemplo de neumático que dura más (hasta un 50% más en comparación con su predecesor) con una baja resistencia a la rodadura para uso en verano.
Revisa tus neumáticos
Unos neumáticos mal inflados pueden tener un gran impacto en las emisiones que produce el vehículo. Es necesario verificar la presión de los neumáticos con regularidad para asegurarse de que están correctamente inflados.
La presión óptima de los neumáticos del automóvil se encuentra recogida en el manual del vehículo. El uso de neumáticos poco inflados puede dificultar la conducción del automóvil y, al mismo tiempo, aumentar el consumo de combustible y las emisiones del tubo de escape.
No sobrecargues tu coche
Cuanto más pesado sea el coche, más potencia necesitará para moverse, por eso, un buen consejo es retirar del coche cualquier cosa que no necesites para el viaje.
Llevar artículos pesados innecesariamente puede aumentar la huella de carbono y causar desgaste en su vehículo.
Las bacas provocan un arrastre que puede aumentar significativamente las emisiones de carbono.
Si no estás usando la baca, o podrías llevar esos artículos dentro de tu coche, retira la baca del techo de coche. Esto lo ayuda a aumentar la eficiencia general de su automóvil durante un viaje.
Utiliza la velocidad de crucero
En viajes largos, si puedes, utiliza la velocidad de crucero. Al dejar que el coche sea quien se haga cargo de ese trabajo, se reducen algunas acciones bruscas como la aceleración.
Una velocidad constante es mucho más eficiente desde el punto de vista del consumo de combustible que un cambio regular de velocidad.
Conduce siempre con las ventanillas cerradas
Si bien puede ser agradable conducir con las ventanillas bajadas, a velocidades altas esto tiene un gran impacto en las emisiones que produce el automóvil.
Las ventanillas bajas aumentan la resistencia y para combatirlo el automóvil utilizará más combustible y, por lo tanto, producirá más emisiones de carbono.
Revisa tu coche
Asegurarse de que el automóvil esté en perfecto estado ayudará a que este sea lo más eficiente posible. Los pequeños problemas podrían llegar a convertirse en problemas mayores que pueden hacer que el coche esté usando más combustible del necesario.
Para reducir nuestra huella de carbono hay que ser consciente de qué actividades producen más CO2. Con algunos pequeños cambios en tu conducción y en el mantenimiento de tu automóvil, es sencillo reducir tu huella de carbono mientras estás en la carretera.