Según su compromiso de campaña electoral, en su primer día como presidente, Joe Biden firmó la carta de aceptación que puso en marcha el proceso de 30 días para que Estados Unidos se reincorporará al Acuerdo de París sobre el clima; el cual, se inició formalmente el pasado mes de febrero y con esto Estados Unidos regresa al acuerdo después de 4 años de ausencia.
El acuerdo de París es un compromiso unánime asumido en 2015 por el total de los 195 países de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2 grados. Dicho acuerdo ha sido una de las principales iniciativas de las cuales he tenido el honor de participar dentro del sector privado y ONG’s.
John Kerry es el actual enviado especial de Estados Unidos para el Clima y responsable de firmar el acuerdo inicial. Tiene en sus manos las bases para la década decisiva que tenemos por delante y cómo conecta Estados Unidos en el plan total global para llegar a cero emisiones netas.
Si tomamos en cuenta las emisiones actuales aproximadas de los siguientes países EUA representa el 15% de las emisiones globales, China 30%, la UE representa 14%, la India 7%, y al sumar estas entidades dan más del 60% de las emisiones del mundo, y si consideramos todas las naciones del G-20, que representan alrededor del 75% de las emisiones globales, está en manos realmente de pocos países organizar el futuro de las emisiones del planeta, pero la realidad es que al momento todavía no se llega al nivel real de trabajo que requerimos con un esfuerzo mucho más consistente, rápido, y contundente.
Una parte clave de los planes de Biden es crear una iniciativa de inversión climática, y de exportación de energía limpia para promover la exportación energética, y tecnológica de EUA; limitar el financiamiento de exportaciones para proyectos de combustibles fósiles. Así como, publicar una propuesta a más largo plazo para establecer un mecanismo de aplicación para lograr el objetivo cero neto para 2050.
Traemos viento a favor con diferentes frentes para el camino a la descarbonización, como por ejemplo la iniciativa de la ONU para llegar a Cero Emisiones netas de Carbono “Race to Zero” en el año 2050, donde se exhorta a los líderes empresariales, ciudades e inversionistas a respaldar la propuesta, y es parte del impulso multisectorial para aumentar la ambición en el período previo a la cumbre mundial sobre cambio climático COP26 de las Naciones Unidas en Glasgow este próximo noviembre, y será un momento clave de la humanidad para generar impulso internacional y explorar el papel de todos los sectores en promover la justicia ambiental.
Dentro de los puntos positivos adicionales que vemos es que EUA volverán a tener un rol activo en los eventos, y proyectos sobre el cambio climático. En un primer lugar, el próximo 22 de abril tendrá lugar una Cumbre del Clima con los líderes mundiales organizado por Biden y sectores clave. Posteriormente, el gobierno de EUA anuncia que colaborará también con el Reino Unido para que el desarrollo de la próxima COP26.
Otras declaraciones positivas que vemos de la nueva administración son “El cambio climático y la diplomacia científica nunca podrán volver a ser complementos en nuestras discusiones sobre política exterior. Abordar las amenazas reales del cambio climático y escuchar a nuestros científicos está en el centro de nuestras prioridades de política nacional y exterior.”
Con todos estos puntos positivos de nuestro vecino del norte y la clara diferencia, por ejemplo, esta semana en el primer encuentro virtual entre los Presidentes de EUA y México, donde regresa a la agenda de temas de primer nivel el cambio climático, ahora la gran pregunta es ¿Cómo logramos que también sea central los planes de reducción de emisiones en todos los países de América Latina? Y mi propuesta vuelve a salir a la mesa, debe ser un esfuerzo multisectorial donde este en la agenda y planes estratégicos de todos los líderes e individuos que hacen realmente la escala que requerimos para mover la agenda a favor del planeta, que está en nuestras manos impulsar.
El autor es Director General de AdeS para América Latina y Ex Presidente del Consejo del World Environment Center.
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