Las ballenas grises llegan a reproducirse a Baja California, en México, entre los meses de enero y marzo. Pero los científicos están preocupados porque la población de estos mamíferos marinos se ha reducido significativamente por tercer año consecutivo.
Los enormes mamíferos marinos han sido diezmados por un llamado inusual evento de mortalidad (UME, por sus siglas en inglés), es decir, un fenómeno inesperado en el que fallece un número significativo de animales.
Según datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOOA) de EE. UU., 386 ballenas grises han muerto en 2019 y 2020 por esta situación.
Se desconoce el motivo de la muerte de los animales. Ahora, un estudio revista Marine Ecology sugiere que los decesos de estas especies marinas se darían por inanición debido a la falta de presas.
La ballena gris habita la zona norte del océano Pacífico y migra todos los años entre las zonas de alimentación en el mar de Bering, en donde se queda durante el verano boreal (junio-septiembre), y las zonas de reproducción a lo largo de Baja California Sur (México), en donde pasa el invierno boreal (diciembre-marzo), detalla el portal Sputnik. Los animales nadan más de 6.500 kilómetros en cada sentido anualmente.
Steven Swartz, coautor del estudio y codirector del programa de investigación de ballenas grises LSIESP, cree posible que la competencia por la comida esté afectando a los mamíferos marinos, pero la explicación más probable está relacionada con los rápidos cambios en el Pacífico Norte, los cuales están «interrumpiendo los ciclos normales». Si la teoría es correcta, a futuro las muertes se podrían incrementar a medida que las aguas continúen calentándose debido al cambio climático.