Seguramente alguna vez has escuchado hablar del síndrome de ‘burnout’ o el síndrome del trabajador quemado. Un trastorno asociado al estrés crónico producido por el puesto de trabajo. Sin embargo, hay otro tipo de estrés laboral que puede estar generándote un gran desasosiego y que puede estar poniendo en peligro tu salud mental: el aburrimiento. Estamos hablando del trastorno o síndrome de ‘boreout’.
El pasado año 2019, la Organización Mundial de la Salud incluía en su lista de enfermedades el síndrome del burnout, también conocido como síndrome de ‘estar quemado por el trabajo’ (SQT), un problema psicológico asociado al ámbito laboral. Según la OMS, este trastorno es el resultado de un gran estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado de manera eficiente. Una persona que lo padece sentirá agotamiento a pesar de haber descansado lo suficiente, un gran rechazo hacia su labor y una constante sensación de ineficacia y falta de realización.
Los síntomas del síndrome de ‘burnout’ pueden aparecer siempre en algún momento. Sin embargo, es la continuidad de todos ellos la que realmente aporta evidencias de la existencia de este trastorno. De otro modo, puede que únicamente tengas un mal día o una pequeña mala racha. No siempre una persona puede estar satisfecha con todo lo que hace. Sin embargo, es posible que experimentes síntomas parecidos que indiquen que estás sufriendo otro tipo de mal. Quizás el estrés que sientas no esté producido por una gran presión laboral o una mala gestión de tus emociones a la hora de enfrentarte a tus tareas. El estrés también puede venir del aburrimiento.
El trastorno de ‘boreout’
El término ‘boreout’ viene del inglés ‘bore’, aburrido, y fue acuñado por primera vez por los sociólogos Philippe Rohtlin y Peter R. Werder en el año 2007. Este trastorno o síndrome es un problema causado por una gran insatisfacción laboral ocasionada, en gran medida, por el “aburrimiento crónico”. En el mundo de los recursos humanos a este trastorno también se lo conoce como ‘presentismo laboral’
Es cierto que hay muchas personas que ven su trabajo como una tarea que deben realizar para conseguir una compensación económica y poder gastarlo en las cosas que realmente le gustan. Sin embargo, en profesiones para las que es necesario emplear años de estudio, normalmente se busca un puesto de trabajo que aporte algo en el día a día. Se busca el “trabajo soñado”.
A menudo el esfuerzo no tiene los resultados que esperamos y podemos estar en un trabajo que no nos reporta la satisfacción que deseábamos con tanta fuerza. Quizás no tengas una gran carga de tareas o estas sean demasiado monótonas (infraexigencia). Esto puede crear una gran frustración y una constante sensación de aburrimiento el cual, como indicaban Rohtlin y Werder, puede conducir a una falta de ánimos y a un estado de desorientación y apatía.
¿Es posible prevenir este problema?
Según el Observatorio de Riesgos Psicosociales, para que el síndorme de ‘boreout’ no tenga cabida en nuestro entorno laboral, es fundamental que se mejore el ambiente promoviendo el trabajo en equipo. De este modo los trabajadores se sentirán más implicados con sus tareas y podrán mostrar más interés por ellas.
También es fundamental la comunicación entre los trabajadores y definir claramente el rol de cada uno de ellos, además de establecer líneas claras de autoridad. De esta forma se creará un entramado laboral estructurado que dará sentido a las tareas que realiza cada individuo.
Por otro lado, las condiciones laborales son fundamentales. Por ello conviene que exista flexibilidad horaria, que se ofrezca apoyo psicológico si es necesario y que se impartan talleres de formación sobre el ámbito en el que se trabaja. Es necesario que la empresa incentive y motive al trabajador utilizando todos los medios que tenga a su disposición.