Los laboratorios vivientes son un espacio abierto-democrático, en donde todas las personas pueden participar desarrollando soluciones a diversas problemáticas o retos que enfrenten. En estos espacios se tienen las puertas abiertas para expresar sus opiniones y pueden involucrarse tanto como quieran y en conjunto con científicos, ingenieros, gente experta y en vinculación con las cuatro hélices (gobierno, academia, empresas y ciudadanía en conjunto), se busca establecer objetivos comunes que beneficien y se traduzcan en soluciones a los retos de la ciudadanía.
En este sentido, el Dr. Maximino Matus, investigador del Departamento de Estudios Sociales de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), explica que los laboratorios científicos buscan la innovación, ya sea por el descubrimiento de una nueva partícula o, como se da en la actualidad, por medio de encontrar una vacuna para el Sars-CoV-2, sin embargo, puntualiza en que a partir de inicios del siglo XXI comenzó a emerger una nueva aproximación en el campo de la innovación por medio de los laboratorios vivientes.
A través de este tipo de laboratorios, detalla el investigador de El Colef, diversos actores participan en la cocreación de soluciones, respuesta e innovación de una forma más horizontal; convergen con un objetivo común y toma especial relevancia la experiencia del ciudadano o del usuario en su entorno, ya que son éstos los que harán un uso final del producto o los que se beneficiarán de las soluciones encontradas.
El Colef en alianza con Consejo de Desarrollo de Tijuana (CDT) y Tijuana Emprende Socialmente, impulsan el ICES Lab en el cual la ciudadanía en general puede acercarse y desarrollar proyectos de innovación que den respuesta y mejoría a las diversas problemáticas que enfrenta la ciudad y su población.
La reflexión completa del Dr. Maximino Matus