El aumento en la deserción escolar en educación superior es uno de los efectos negativos más visibles que tendrá la pandemia del Covid-19, tanto en instituciones públicas como privadas, donde se estima habrá un fuerte retraimiento de la demanda y abandono de entre 15 y 20 por ciento de la matrícula, estimaron expertos en tema de educación superior.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) reconocieron de manera pública que al final del último ciclo escolar, concluido de manera virtual o no presencial, entre el 14 y 20 por ciento de sus estudiantes no pudo tomar sus clases en línea. Incluso, esta última institución inició el pasado 26 de agosto un curso de recuperación académica
, que busca atraer de vuelta a este grupo que por alguna razón no siguió el proceso de enseñanza a distancia.
Para Fransec Pedró, del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, los efectos más inmediatos y los impactos a futuro son negativos en toda la región, donde el daño en el tema de la deserción y el abandono escolar es mayor cuanto más baja es la extracción económica y cultural de los estudiantes, con lo cual las desigualdades y brechas entre sectores tienden a incrementarse.
Angélica Buendía Espinosa, in-vestigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y coordinadora general del Laboratorio de Análisis Institucional del Sistema Universitario Mexicano, dijo que los efectos se sentirán en el conjunto de las universidades e instituciones de educación superior, independientemente si son públicas o privadas.
Advirtió que en México este último sector no sólo lo integran instituciones reconocidas por su proyecto educativo y su situación económica, como el Tec de Monterrey y la Universidad Iberoamericana, sino miles de escuelas privadas sin un proyecto educativo sólido y en las que las más de las veces priva el interés económico, muchas de las cuales ahora corren el riesgo de cerrar, dejando a la deriva a los estudiantes que asisten a ellas.
En la actualidad, el país tiene 4.1 millones de estudiantes en nivel superior; las instituciones públicas concentran 66 por ciento de la matrícula, mientras las privadas tienen el otro tercio. De éstas, alrede-dor de 13 por ciento son escuelas muy atomizadas con escaso alumnado, sin la capacidad para responder al reto de la educación a distancia y que tendrán riesgos de cerrar.
La investigadora de la UAM consideró que las instituciones con una mayor experiencia acumulada en la impartición del modelo educativo a distancia, o con una capacidad mayor de adaptación, son las que tienen mayores probabilidades de salir adelante de este reto inédito, impuesto por la pandemia del Covid-19, sin importar sin son públicas o privadas.