“El Tren Interurbano Tijuana-Tecate cambiará la forma de transporte para brindar calidad de vida y proyectar el futuro de la Metrópoli”, dijo en rueda de prensa virtual Mario Escobedo, secretario de Economía Sustentable y Turismo (SEST), quien añadió que la primera fase que contempla una inversión de hasta por 2,860 millones de pesos en un tramo de 28 kilómetros y quedará lista en la actual administración.
El tren será una opción más segura, más sustentable y atiende las condiciones sociales de la población, así como las demandas de la nueva normalidad en una zona, donde la movilidad urbana es un gran reto por las distancias, la falta de orden e integración de las rutas de transporte.
En la primera etapa, se prevén siete estaciones y dos terminales que beneficiarán a un mínimo de 30,000 pasajeros diarios, aumentando su calidad de vida y reduciendo los costos de transporte para usuarios y los viajes en automóvil, al tiempo que se atraerán otras inversiones en servicios aledaños a las estaciones como estacionamientos públicos y comercios.
Añadió que será importante considerar las rutas alimentadoras que son la base para el flujo de los pasajeros.
El proyecto integral incluye el mejoramiento de 32 cruceros con otras vías de comunicación, construcción de siete estaciones, remodelación de dos terminales, rehabilitación y equipamiento de 12 trenes y adquisición de derecho de vía.
Las estaciones previstas son: San Ysidro, Américas Oriente, 5 y 10, Siglo 21, Estación García, Terán-Terán y Maclovio Rojas.
La inversión se hará mediante una licitación amplia y transparente, que permita recibir diferentes propuestas de usos de combustible, equipos y servicios para otorgar una concesión.
Destacó que, de acuerdo con estudios, entre la Zona Metropolitana Tijuana-Tecate se estima que 857,335 habitantes (47%) se trasladan en automóvil, y con este proyecto se pretende reducir la movilidad de 42,867 vehículos (entre 2 y 5%).
Bajo el contexto de la disminución de 42,867 unidades, esto representaría una disminución de emisiones de contaminantes al medio ambiente de alrededor de 200,000 toneladas de co2 por año.
Asimismo, Mario Escobedo dijo que en un futuro la segunda fase del proyecto contempla la posibilidad de un cruce transfronterizo, para dar servicio a quienes a diario cruzan la frontera, lo que ahorraría tiempo, dinero, disminuiría emisiones a la atmósfera y sobre todo, permitiría a trabajadores y estudiantes tener un menor desgaste físico.