El presidente de la ABM, Luis Niño de Rivera, dijo en un comunicado de prensa que “todos tenemos que participar en la reactivación de la economía y hasta hoy no hemos visto ese acuerdo entre todas las partes para que trabajemos juntos en darle celeridad a salir de esta crisis económica severa”.
Además de los más de 531 mil casos y casi 58 mil muertos, la pandemia ha provocado una caída histórica anual de 18.9% del PIB en el segundo trimestre de 2020 y la desaparición de más de 1.1 millón de empleos formales ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Pero pese a la pandemia, la captación bancaria incrementó 750 mil millones de pesos, osea un 13.8% anual en los primeros seis meses del año, reportó la ABM.
Asimismo, el crédito al sector privado aumentó 6.3% anual en variación nominal en junio, con un incremento de 8.9% para las empresas.
Pero el presidente de ABMl, enfatizó en que mientras el crédito a las grandes empresas subió un 10% anual en junio, el de las micro, pequeñas y medianas bajó 4.6% y el de consumo cayó 3%.
Aunque el monto facturado en tarjetas de débito creció 4.4% anual en julio para un total de 132 mil millones de pesos, el de las tarjetas de crédito disminuyó 14.7% hasta 75 mil millones de pesos.
“Lo que más nos preocupa es en qué nivel están los ingresos de cada uno de nuestros acreditados y a qué velocidad se van a poder recuperar los de aquellos que se han visto disminuidos, esa es la principal preocupación”, declaró Niño de Rivera.
A pesar de cómo se encuentra el panorama, el líder de la ABM presumió un índice de capitalización, “un indicador de fortaleza financiera” de la banca mexicana de 16.5%, por encima del mínimo regulatorio de 10.5%.
Recordando así que la banca ha destinado un 1 billón de pesos en un programa para diferir intereses y capital de 9.2 millones de créditos, que representan 25 por ciento del total.