El doctor Jorge Baruch Díaz Ramírez, titular de la Clínica de Atención Preventiva del Viajero (CAPV) y vocero de la Comisión de Expertos de la UNAM ante la emergencia del COVID-19, habló sobre la teoría de los seis grados aplicada en la cadena de contagio por el SARS-CoV-2.
La teoría de los seis grados de separación establece que cualquier persona está conectada a otra a través de una cadena de conocidos y puede encontrarse con cualquier persona del planeta con una diferencia y distancia de seis enlaces. De tal manera que aplicada en la pandemia actual, se considera que la cadena de contagio no va más allá de seis contactos para llegar a cualquier persona en el mundo.
Díaz Ramírez explicó que hasta el momento no se ha probado esta teoría en la dinámica del SARS-CoV-2, sin embargo, puede orientar a nuevas hipótesis para probar dinámicas de redes sociales físicas entre el esparcimiento de la COVID-19.
“Sabemos que los contactos o las relaciones entre humanos han sido el principal medio o mecanismo de contagio y de dispersión de esta enfermedad. De hecho, sabemos que el distanciamiento físico es una de las maneras más efectivas y seguras para poder reducir el riesgo de contagio del virus SARS-CoV-2″.
El especialista mencionó que las teorías que se enfocan en explicar los contactos entre personas pueden ser muy útiles en el manejo de la epidemia local. “La relevancia que tiene en la distancia física y la estrategia de quedarse en casa, radica en que nosotros disminuyamos el contacto entre personas y esto va a romper la cadena de transmisión. En el caso de la teoría de los seis grados se rompería con este tipo de contactos físicos y ya no se establecerían seis contactos, sería solo uno, nosotros en casa”.
Destacó que es importante aclarar que dicha teoría se mantiene válida incluso en las etapas de confinamiento, porque a través de Internet y diversas plataformas como Zoom, Facebook, WhatsApp entre otras, las personas pueden relacionarse.
“Básicamente, podemos mantener nuestras relaciones a distancia de manera virtual, pero no físicamente. Eso va a ser poco probable porque es una forma segura de evitar contagiarnos”.
Finalmente, Díaz Ramírez refirió que podrían proponerse nuevos modelos de investigación social y de comportamiento, porque a través del medio virtual es posible alcanzar a más personas con menos distancia.