En “Dimes y Diretes” de mi columna “Nombres y Apellidos” publicada el viernes 19 de junio, hubo imprecisiones que es prudente aclarar, y ofrezco mis disculpas por el daño que esto pudo ocasionar
En ella expreso que el Lic. Alfredo López Osuna administrador general de Plaza Río Tijuana estaba preocupado por las condiciones difíciles en que se encuentran sus representados – los comerciantes – y haber manifestado igualmente su aflicción por la situación económica en que se encuentran los recursos humanos de las tiendas comerciales, además de la incapacidad de atender a los clientes que acostumbran realizar ahí sus compras por la cercanía, seguridad y comodidad que se les ofrece.
Que López Osuna manifestó que se han hecho todo tipo de intentos para hablar con el alcalde Arturo González Cruz – sin fortuna – y que lo más que se ha conseguido es que los reciba – a él y a miembros del Consejo – el secretario de Desarrollo Económico Arturo Pérez Behr que se limitó a escucharlos sin resolver ni establecer fecha alguna para la apertura de negocios.
Aquí concluyó todo lo que compete a lo expresado por el administrador de Plaza Río Tijuana; el resto del texto es el resultado de reflexiones del autor de esta columna, y comentarios de comerciantes que se encuentran muy preocupados por lo que está sucediendo.
Respecto a la declaración que se le atribuyó al Lic. Alfredo López Osuna, es preciso aclarar que:
A la reunión a la que asistió el Lic. López Osuna con el secretario de Desarrollo Económico Municipal Arturo Pérez Behr acudió solo, sin la compañía de miembros del Consejo. Que en el tema que trataron no se le solicitó su apoyo para la apertura de negocios y que recibió un excelente trato del secretario Arturo Pérez Behr.
Aunque el Lic. Alfredo López Osuna no haya declarado cuestión alguna respecto al director de Inspección y Verificación Municipal Adolfo García Dworak, es importante aclarar que el trato que ha recibido de él ha sido muy cálido.
También vale la pena aclarar que en el comentario hecho por este columnista respecto a que algunos comerciantes de Plaza Río Tijuana están siendo hostilizados por inspectores bajo las órdenes de Adolfo García Dworak, es porque dichos inspectores que andan verificando que estén cerrados los comercios le han impedido el paso al personal de algunas tiendas que quieren ingresar para hacer labores de limpieza y sanitización, no para abrir las puertas al público, porque lo que sobra en Plaza Río es el orden y el respeto a las personas y a la autoridad.
¡Hay que reactivar la economía de Tijuana que está en crisis!
¡Esto no puede esperar!
El autor es empresario y analista.
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