Aunque hasta el momento se descarta otro confinamiento generalizado en todo el país a causa de COVID-19, las medidas para la mitigación del virus implementadas hasta ahora podrían quedarse durante un año más, señaló el director general de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá.
En entrevista para Notimex, explicó que de esto se trata la “nueva normalidad”, pues si bien la Jornada Nacional de Sana Distancia está programada para finalizar el próximo 30 de mayo, lo más probable es que algunas demarcaciones puedan reabrir actividades y otras se queden exactamente igual.
“Por ejemplo, la Ciudad de México y la Zona Metropolitana, sin el menor riesgo a equivocarme, van a amanecer el 1 de junio en semáforo rojo. Vamos a seguir igual que en la Jornada Nacional de Sana Distancia, solamente los trabajos esenciales, todos quedándonos en casa; no hay clases, no hay espacios públicos abiertos y cerrados, todo va a ser igual”, comentó.
Recordó que será el gobierno federal quien decidirá la situación en la que se encuentra cada estado, mediante un semáforo de riesgo que contiene los colores rojo, naranja, amarillo y verde, de acuerdo con la intensidad de transmisión y número de casos.
Sin embargo, Cortés Alcalá señaló que el que un estado amanezca el próximo 1 de junio en un color naranja o amarillo, y por ende pueda retomar algunas actividades, no representa una garantía, pues al quitar el desconfinamiento “en un futuro cercano, eso va a tornarse en un incremento del número de casos” y podría volver del naranja al rojo.
“Entonces nosotros vamos a decir: Aguascalientes amaneció esta semana en rojo, las actividades se suspenden como en la Ciudad de México, si (después) amanece en amarillo, puede reabrir algunas actividades”, ejemplificó.
Esta situación, dijo, se mantendrá así hasta que la población mexicana alcance lo que se llama “inmunidad de rebaño”, es decir, cuando al menos un 70 por ciento de las personas se hayan infectado, con o sin sintomatología, y alcancen un cierto grado de inmunidad al virus.
“(Pero) para esto lamentablemente tiene que pasar un año y medio, para poder decir ya todos nos contagiamos al menos una vez de COVID-19 y tenemos esta inmunidad de rebaño.
“Así es como vamos a estar administrando el riesgo, con pequeñas olas que suben y bajen hasta poder lograr la inmunidad de rebaño, (…) y una vez que el virus se introduzca, como pasó con la influenza, vamos a convivir con él; la mortalidad va a disminuir porque nuestro sistema inmunológico se va a acostumbrar a este nuevo virus”, expresó.
Segunda ola de COVID-19 e influenza, un nuevo reto
Respecto a la segunda ola de COVID-19 en México, la cual podría llegar en octubre y combinarse con la influenza, el funcionario aseguró que se tratará de un nuevo reto para el país, debido a que hasta ahora no existe evidencia científica sobre lo que pasara con la combinación de estos dos virus.
“Cuando lleguemos a septiembre-octubre, y comiencen a convivir influenza y coronavirus, no sabemos qué va a suceder, no hay evidencia científica que nos diga que la persona que se enferma con influenza no se puede contagiar con COVID-19, o si pueden convivir ambos virus en la misma persona.
“Influenza y coronavirus indudablemente van a convivir (…).Esperemos que no sea una temporada de influenza muy cruda que se pueda combinar con más enfermos de COVID-19 y que los servicios de salud se saturen muy rápidamente”, indicó.
Cortés Alcalá señaló que si bien no podría haber un nuevo confinamiento, “seguramente tendremos que hacer las actividades que ahorita estamos haciendo de regreso a la baja circulación del virus, esta nueva normalidad eso es lo que comprende”.
“El semáforo (de riesgo) va para abajo pero también va para arriba, y cuando llegue la influenza seguramente ese semáforo verde que tuvimos a lo mejor en agosto o septiembre, por poner un ejemplo, en octubre transite a amarillo y se reduzca un poquito la actividad social y económica.
“Y si en diciembre llegamos a rojo, pues bajamos aún más las actividades. Eso es lo que representa una nueva normalidad hasta que lleguemos al punto que tengamos un 70 por ciento de personas que hayan tenido contacto con el virus y esto pueda mitigarse más fácilmente”, expresó.