El subsecretario de salud Hugo López-Gatell reconoció que no son confiables las pruebas que se usan en México para detectar Covid-19 desde que se presentó el primer caso en el país.
Durante la más reciente videollamada semanal que sostuvo con los secretarios de Salud de todo el país, el encargado federal para la estrategia contra la pandemia les explicó que analizan las pruebas de laboratorio y el desempeño del Protocolo de Berlín, que es el método utilizado en México para detectar Covid-19 porque, de acuerdo con los detalles de la reunión virtual, existe un alto porcentaje de falsos negativos.
Esto quiere decir que a pacientes contagiados con Covid-19 les han dicho que no lo están y, en consecuencia, los han enviado a seguir sus actividades.
Al inicio de la pandemia, la Secretaría de Salud obligó a los estados a usar los tests del Protocolo de Berlín y desechar cualquier otro tipo de pruebas.
La pregunta concreta a López-Gatell en la videoconferencia la realizó la doctora Gloria Molina, secretaria de Salud de Tamaulipas, quien pidió aclarar si deben o no seguir utilizando los kits de extracción que se les ordenó usar.
La funcionaria estatal pidió aclarar el tema dado que, desde el pasado 22 de abril, el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiologicos (InDRE) informó a los Laboratorios Médicos Estatales que debían sustituir el Protocolo de Berlín con “las pruebas chinas” que llegaron al país el pasado 31 de marzo.
Tres titulares de laboratorios estatales confirmaron a Latinus que el 22 de abril pasado fueron informados, también en videollamada, sobre las fallas en los resultados de las pruebas aplicadas hasta hoy y la “baja sensibilidad” del Protocolo de Berlín, que no detecta de manera efectiva los casos positivos; por tanto, debían cambiar las pruebas y empezar a aplicar las de origen chino.
En esa videoconferencia, responsables del InDRE hablaron de que las pruebas usadas podrían tener apenas 30% de sensibilidad al virus.
Sin embargo, la información de los altos porcentajes en los falsos negativos no la dieron a los secretarios de salud de los estados ni a la del gobierno de la Ciudad de México.
La doctora Molina pidió a López-Gatell explicar con claridad si se están cometiendo errores o si efectivamente la sensibilidad de las pruebas del Protocolo de Berlín es baja y por eso deben cambiarse.
“Quisiera pedirle, con mucho respeto, si nos puede aclarar el tema de los muchos falsos negativos. Que tengamos la apertura para reconocer si estamos cometiendo algún tipo de negligencia al aplicar las pruebas o si es la sensibilidad de las pruebas, si realmente tenemos que cambiar las pruebas y meter otras marcas… todos estamos en la disposición de hacerlo para tener mejores resultados”, dijo la secretaria de salud tamaulipeca a López-Gatell.
Es muy importante porque nosotros vamos a seguir haciendo pruebas a toda la población. Y es muy importante hacer una reunión con todos los laboratorios estatales del país para hablar de la sensibilidad de las pruebas y tener más confiabilidad en los resultados, dijo.
“Efectivamente, estamos analizando las diferentes técnicas de laboratorio y también los protocolos abiertos, en particular el Protocolo de Berlín -dijo López-Gatell- los hemos comparado con los kits que compramos en China”.
De acuerdo con la explicación que dio López-Gatell a los secretarios, en ese análisis encontraron mejor desempeño de las pruebas chinas que en las del Protocolo de Berlín. Lo cual –dijo- “nos ha inquietado”.
Confirmó que ya lo explicaron a los 32 laboratorio estatales y a la Organización Panamericana de la Salud. Hizo énfasis en que las pruebas que la Secretaría de Salud federal decidió usar originalmente eran las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al corte del 11 de mayo de 2020, con el método utilizado hasta ahora para detectar Covid-19, en México hay 36,327 casos confirmados. Se ha “estudiado” a 135 mil 116 personas, de las cuales 77 mil 798, más de la mitad, han sido registrados como negativos.
México es de los países que menos pruebas ha hecho respecto al número de habitantes. Si además los resultados no son confiables, la información real sobre la magnitud del contagio en el país se reduce aún más.
Las pruebas “chinas” a las que se refiere López-Gatell y que empezarán a utilizar en México, llegaron al país el 31 de marzo. Fueron parte de una donación de equipo médico de la fundación JackMa, que incluye 50 mil kits.