Bernardo Barranco, especialista mexiquense en temas político-electorales, consideró que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha hecho del tema religioso un activo político y como ningún otro gobernante, se ha encargado de constatar la profunda religiosidad del pueblo mexicano.
Al opinar sobre la posición que ha tomado el mandatario, respecto de la religión en este país, el especialista consideró que desde que estaba en campaña y ahora a lo largo de su gobierno, ha establecido lazos de identidad y se plantea como presidente religioso en el imaginario popular.
Aunque a su consideración, este manejo incluye rasgos evangélicos y no solo católicos e incluso también chamánicos, es decir, no se casa con una religión sino con un aspecto genérico de las raíces mesoamericanas.
Asimismo, el académico, narró que en su historia, como funcionario, el actual presidente desarrolló una amistad fuerte con el cardenal, Norberto Rivera, e incluso recordó que hubo polémicas donaciones a la Arquidiócesis de México para ampliar la basílica.
Dijo que una cosa es lo que está en la ley y otra en gran parte lo que ocurre en la realidad y ejemplo de ello es que aunque la legislación prohíbe posesión de los medios de comunicación a las iglesias, la realidad es que más de 2% de espacios los tienen justo las iglesias.
“Gobernación se hace como que no hay, como que no ve y a través de atajos leguleyos se logra esta situación; no es a través de una iglesia sino de una asociación civil que hace la petición de una concesión”, finalizó.