Evocar las antiguas tradiciones dancísticas de los aztecas es el objetivo del Grupo de Danza Xinachtli Ticuán que impartirá clases de este arte antiguo en el Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, durante el presente mes de marzo.
Con el interés de perpetuar rituales ancestrales de la danza de los antiguos mexicas, este ensamble ofrecerá clases aptas para toda la familia los sábados 7, 14, 21 y 28 de marzo de 15:00 a 17:00 horas en el Foro Luna del Jardín Botánico del CECUT.
El Grupo de Danza Azteca Xinachtli Ticuán cuenta con varios años de trayectoria, buscando difundir los bailes de este grupo que habitó el antiguo Valle de Anáhuac; debido a que el CECUT ha puesto especial atención en difundir las expresiones culturales de los pueblos originarios es el espacio idóneo para que el público pueda acercarse a las danzas ceremoniales que los guerreros y sacerdotes de esa civilización practicaban.
El jefe de danza del grupo es el maestro Manuel Navarro, quien junto con Mónica García –que hace las veces de sahumadora, portadora de un receptáculo para quemar copal, según la tradición mexica– han congregado a músicos y danzantes para replicar aspectos de las ceremonias consagradas a los antiguos dioses aztecas.
Quienes integran este grupo enfatizan que para ellos “la danza es un rezo en movimiento”, acompañada con huehuetls, tambores de distintos diseños que evocan a los usados en la antigua Tenochtitlan; ayotochtlis, guitarras de concha de armadillo, y los atecocolis, caracoles marinos que junto a los ayoyotes, sonajas atadas a los tobillos, aportan la rítmica singular de la música prehispánica.
Varios artistas han unido sus destrezas para formar este grupo que busca honrar la tierra y recordar a los antepasados mexicas por medio de la danza que encierra toda una visión filosófica, pues cada coreografía, cada ritmo, cada paso es una representación de los elementos de la naturaleza, de ahí que esté basada en repeticiones constantes que se asocian con la renovación cíclica y constante de las cosechas y la fauna.
Según explica el maestro Navarro: “Existe una estrecha relación con los ciclos del universo y las deidades de los cuatro rumbos. Es una manera de mantener vivas las enseñanzas que nos legaron nuestros antepasados y recordar la grandeza de nuestro pueblo”.
El CECUT y el Grupo de Danza Xinachtli Ticuán invitan a las familias de la región a disfrutar esta experiencia y aprender un poco más de las tradiciones y cultura de los antepasados; la entrada es libre.