La economía de todo país puede dividirse entre la parte financiera (tipo de cambio, bolsa, tasas de interés) y la parte real (producción y empleo, entre otros).
La parte financiera de la economía es la que más rápido reacciona ente el nerviosismo, pues inclusive se adelanta a lo que podría suceder. El tipo de cambio, que funciona como amortiguador en la economía ante choques externos, ha subido casi un peso desde su nivel mínimo del año de 18.52 pesos alcanzado el 17 de febrero. La subida ha estado relacionada con el brote del coronavirus, el cual ha generado nerviosismo y por lo tanto cambios en las posiciones de inversión que favorecen a los activos considerados refugio y afectando negativamente a los activos considerados riesgosos, como las divisas de economías emergentes.
El peso es la divisa más depreciada entre los principales cruces al caer 4.1%, seguida del rublo ruso, el peso colombiano, el won surcoreano y el rand sudafricano, las cuales se han depreciado 3.4, 2.9, 2.8 y 2.7%, respectivamente. Además, existe la posibilidad de que el tipo de cambio del peso-dólar pueda seguir subiendo hacia el nivel de 19.50 pesos por dólar si continúa el nerviosismo y la reacción puede ser más severa, llegando el tipo de cambio a cotizaciones cercanas a 20 pesos, si el virus se extiende por Estados Unidos o si se confirman casos en México.
Por su parte, el IPC de la BMV también ha observado disminuciones importantes al caer desde el nivel máximo del año de 45,955 puntos el 20 de enero, hasta el nivel mínimo alcanzado hoy de 41,522.93 puntos, mostrando una contracción de 9.64% en ese período y una caída en el año de 5.71%.
Los incrementos en el tipo de cambio y las caídas en la bolsa pueden ser evidencia de salidas moderadas de capitales de México. En la parte real, México aún no se ve seriamente afectado, pero en la medida que el brote de coronavirus continúe afectando a la economía china o pueda afectar a Estados Unidos, podrían darse afectaciones sobre México en el comercio y el turismo.
El brote de coronavirus tomó fuerza en China durante las festividades del año nuevo lunar, en donde se contemplan días feriados. Las empresas de todo el mundo, que compran artículos a China, generalmente hacen compras adicionales antes de fin de año, contemplando el año nuevo lunar. Con esto, es posible que aún se cuente con inventario de productos que no pueden ser enviados desde China. Sin embargo, cuando los inventarios se agoten, la escasez de productos puede afectar el consumo de México y a las exportaciones, si alguno de los productos faltantes es un insumo para producto terminado.
Asimismo, si el virus se extiende por Estados Unidos, es posible que se apliquen medidas sanitarias que incrementen los costos de envío de las exportaciones o que provoquen demoras en el cruce fronterizo. Además, una posible desaceleración en Estados Unidos causada por el virus, puede afectar de manera indirecta a México vía las exportaciones. Finalmente, es posible que el turismo ya esté siendo afectado, ante la precaución de las personas por viajar, por el riesgo de que el virus esté en México y aún no se hayan confirmado de manera oficial los casos.
La posible afectación de la economía real preocupa, debido a que México sufrió un severo estancamiento en el 2019. Así el coronavirus podría provocar que PIB de México muestre una caída durante el primer trimestre del 2020 llevando a la economía nacional a mostrar cinco caídas al hilo, hecho que sería inédito en nuestro país. Lo anterior no representa un escenario de crisis, sólo de un choque externo no previsto, como sucede con este tipo de brotes infecciosos.