En la Denominación de Origen Ribera del Duero, hay más de 1200 etiquetas de vinos creadas en diferentes bodegas, pero hay uno que destaca del resto por su gran calidad, por su historia y por tener la cualidad de ofrecerle su toque especial a cada persona y a cada ocasión. Se trata del vino Pinea, un vino tan puro que captura la máxima expresión de la naturaleza.
La esencia de Pinea es inimitable, es un vino español con alma mexicana, que ha superado rigurosos controles antes de que podamos brindar con él en nuestras copas. Como todo gran éxito, empezó con un sueño, que fue tornándose más fuerte en los corazones de los amigos Vicente Pliego y Hugo del Pozo, a quienes se unió el enólogo Isaac Fernández.
Para lograr ser parte de la DO Ribera del Duero, Pinea fue sometido y a un proceso de calificación desarrollado por el Consejo Regulador, que puntúa de forma exhaustiva y meticulosa el proceso de producción y realiza análisis de calidad. Sus vinos se elaboran con vides de más de 30 años de edad, ubicadas a más de 900 metros de altitud en los viñedos ubicados entre Olmedillo de Roa y Villatuelda, lo que les da sabores y cualidades de personalidad, potencia y fuerza excepcionales.
Entre las características que la naturaleza provee a las uvas y entre el amor por lo que hacen, los vinos de Pinea son elegantes y deliciosos, totalmente artesanales, y despiertan los sentidos como un dulce susurro que va directo al alma. Así como el árbol del que toma su nombre, PINEA tiende sus raíces en el corazón de quien lo prueba.
17 by Pinea 2015 es un seductor tinto elaborado con paciencia y atención al detalle, sello de la bodega, con toques especiales de barricas nuevas de roble francés y americano que aportan tonalidades únicas en nariz y boca. A la vista, su color rojo picota con ribetes violáceos, con una capa alta y profunda, limpio y brillante. En nariz, presenta aromas dominados por fruta roja tipo fresa y frutas negras como zarzamora, ciruela negra madura y arándanos, y lo acompañan sutiles y elegantes aromas de madera nueva con notas especiadas, vainilla, chocolate y pan tostado. Es boca es atrevido y poderoso, cargado de taninos marcados y sedosos, de gran intensidad y un cuerpo que colma el paladar con un perfecto equilibrio entre fruta y tostados, que terminan en un final prolongado y persistente.
Su maridaje es ideal con carnes a las brasas, papas fritas o rellenas, con unos hongos tiernos o con un tierno jamón, quesos maduros y postres con frutos del bosque. Por sus cualidades incomparables, ha logrado obtener 92 puntos Wine Spectator, 92 puntos James Suckling, Medalla de oro en Concurso de Bruselas, y Medalla de Oro Decanter Gold Wine Award.
PINEA es la excepción a la regla que dice que la perfección no existe. Sus vinos son resultados de la unión perfecta de diferentes elementos: suelo ideal, entorno exigente, clima adverso, dos mentes unidas que vislumbraron un futuro promisorio.
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