Actualmente, Baja California se caracteriza por ser una región multicultural donde convergen una gran cantidad de personas de todo el mundo. La personalidad que tiene esta región permea en la cotidianidad de sus habitantes, en sus sabores y en sus dichos. Aunque es sinónimo de vanguardia y transformación, Baja California es también un resguardo vivo de civilizaciones prehispánicas.
Fueron cinco los pueblos originarios– Cucapá, Cochimí, Kumiai, Paipai y Kiliwa– que fundaron lo que hoy conocemos como la región de California, que abarca desde Los Ángeles, hasta Baja California y algunas partes de Sonora. Gracias a la riqueza de sus tierras y sus mares y mucho antes de que existieran las fronteras, los indios de América del Norte – que comprendía lo que hoy es la parte norte de México – se expandieron a las tierras fértiles que hoy conocemos como Tijuana, Ensenada, San Quintín, Rosarito, Tecate y Mexicali. Para conocer más a fondo sobre estos pueblos originarios, te detallamos algunas actividades y recomendaciones para experimentar un viaje al mundo prehispánico de Baja California.
Cucapá
Históricamente, los Cucapá han vivido en los alrededores del Río Hardy al sur del Valle de Mexicali. Originalmente vivían de la caza, pesca y recolección de frutos abundantes a la orilla de los ríos. Actualmente existen rutas de senderismo que ofrecen los mismos descendientes cucapá, mientras te cuentan el estilo de vida antiguo, así como los usos y costumbres que han preservado y su forma de vida actual.
El Río Hardy es el único río navegable del estado, aquí se pueden realizar un sinfín de actividades recreativas y familiares como paseos en lancha, pesca deportiva, avistamiento de aves, kayak, esquí acuático y jetskis, entre otras actividades.
Kumiai
Este grupo se ubican en las llanuras costeras de Ensenada y Tecate. La actividad artesanal es de gran importancia, pues en los últimos años, representa una gran fuente de ingresos para las mujeres de la comunidad. Estas artesanías son realizadas con fibras naturales del pueblo de San José de la Zorra, a unos 50 kilómetros al norte de Ensenada, y consisten en cestería de junco y sauce, cerámica decorada con dibujos de animales de la región, arcos, flechas, sawiles, que es una especie de plato y jilús, que son ollas de diferentes formas y usos.
En San Antonio Necua, existe un centro ecoturístico inspirado en los kumiai llamado Siñaw Kuatay. Para empezar, puedes conocer su territorio a través de caminatas por los hermosos paisajes de la meseta bajacaliforniana, que te asombraran no sólo por los paisajes desérticos, sino también por la flora, fauna y los increíbles sitios arqueológicos.
También hay actividades para experimentar a detalle sus tradiciones como una ceremonia de bendición, degustar de la cocina tradicional en su restaurante o incluso aprender las técnicas para hacer artesanías como un auténtico kumiai. Dentro de este recinto, hay un Museo Comunitario Kumiai, donde aprenderás sobre sus expresiones artísticas como el canto, la danza y podrás practicar el juego de pelota Piak.
Cochimí
Los cochimí habitan las mesetas costeras de Tecate, Tijuana y Ensenada. En sus orígenes no contaban grandes asentamientos y su estilo de vida era nómada. Vivían de la recolección y la pesca.
Para estar en contacto con los ancestros de esta comunidad, la recomendación es visitar Cataviña, pues podrás recorrer caminos desérticos con cuevas llenas pinturas rupestres hechas por los primeros pobladores cochimí. Además, puedes aprovechar la visita para vivir una experiencia ecoturística con diversas actividades desde ciclismo de montaña, rappel, recorridos en 4×4 o visitar el oasis de Cataviña, un auténtico capricho de la naturaleza enclavado en el corazón del desierto.
Pinturas rupestres
Sin duda, los vestigios más antiguos e impresionante para hacer un viaje al pasado por el origen de Baja California son las pinturas rupestres en donde se preserva la historia narrada por los primeros pobladores de la zona. Otras opciones para visitar más pinturas rupestres son el Vallecito, ubicado a 5 Km al noroeste de La Rumorosa, en donde se observan varios grupos de pictografías que muestran una amplia variedad de temáticas desde figuras de humanoides hasta astros y plantas. La pintura más representativa de este lugar es «El diablito», silueta antropomórfica color rojo con dos rayas onduladas sobre la cabeza que recuerdan a los cuernos.
De igual forma, uno de los imperdibles se encuentra en el kilómetro 57 de la autopista La Rumorosa – Mexicali. Se trata de una impresionante roca en forma cúbica que resguarda figuras humanoides pintadas, petroglifos y morteros.
Es así como el estado de Baja California te invita a conocer la historia de sus pueblos originarios, a través de diversas actividades que van desde el turismo de naturaleza, hasta el turismo de aventura.