La economía mexicana requiere modernizar algunos aspectos para sacar un mayor provecho del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) de libre comercio una vez que entre en vigor, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su análisis económico semanal, el CEESP indicó que México tuvo que ceder «un terreno considerable» en la reciente revisión del pacto y de no haberlo hecho el riesgo para la economía local era enorme. «Con la firma de los cambios y seguramente ya en poco tiempo la ratificación final del acuerdo, la perspectiva de las autoridades y de algunos especialistas apunta a un efecto favorable sobre la actividad económica», indicó el centro de estudios.
«Se anticipa que una vez en vigor, el tratado tendrá un efecto significativo en el crecimiento de la economía y mejoras en el empleo», agregó. Canadá, Estados Unidos y México firmaron el pasado 10 de diciembre el Protocolo Modificatorio al T-MEC, por lo que se espera que el acuerdo comercial pronto sea ratificado en los respectivos Legislativos.
El CEESP indicó, no obstante, que se necesita más para recuperar el crecimiento y elevar los estándares de vida en el mediano y largo plazos. «El T-MEC es un factor necesario, pero no suficiente para lograr esos objetivos», indicó el centro, que depende del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). «Se requiere de otros factores que permitan la modernización de la economía, a fin de que sea posible aprovechar plenamente las oportunidades que se presentan», agregó.
Entre los pendientes, el CEESP mencionó tomar acciones que faciliten la mejoría de la productividad, que den certidumbre a los procesos productivos y comerciales, y que reduzcan sus costos de operación. Mencionó como otro aspecto que el sector agropecuario no se ha modernizado a fin de tecnificarse y adquirir la eficiencia que le permita competir a gran escala, para aprovechar de forma plena las ventajas comerciales frente a las grandes economías de la región. La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, se encuentra prácticamente estancada, después de crecer un 2,1% en 2018.