Para Edith Guridi.

Queridas feminazis:

Para poder hablar en términos colectivos y afirmar que «nos están matando», debe existir: 1.- algo, cualquier cosa, que nos identifique como un «nosotros» (puede ser una cuestión tan simple y azarosa como mi sexo biológico, mi raza, mi nacionalidad, mis preferencias sexuales; o cuestiones ya más profundas, como mis ideas, mi religión, mi filosofía de vida, mis inclinaciones políticas y/o económicas. Claro, esto último, SIEMPRE Y CUANDO mi mencionado sistema moral y/o de pensamiento, no conlleve a la generación de ideas, discursos y/o acciones violentas, coercitivas, esclavizadoras y/o asesinas en contra de seres humanos inocentes y/o de criminales indefensos).

2.- Debe también existir OTRO colectivo que, victimario y peligroso, esté amenazando y/o asesinando al «nosotros» antes mencionado, pero OJO: este segundo colectivo sólo puede ser identificado POR UNA IDEOLOGÍA en específico que claramente lo logre distinguir, y no por cuestiones superficiales (como la raza de los individuos que lo conforman, o su sexo, sus preferencias sexuales, su nacionalidad, etc.), y además, dicha ideología EXPRESAMENTE debe abrazar ideas, discursos y/o acciones auténticamente violentas, esclavizantes y/o genocidas en contra del primer colectivo (ejemplo: los judíos deben ser exterminados o encarcelados; o los homosexuales, o los indígenas, o los venezolanos, O LOS HOMBRES). ¿Ya entendieron por qué la guerra de los sexos que promueve el feminismo actual, ese movimiento enteramente fascista (es decir, totalitario, o sea, dogmático, enteramente «incuestionable», y supremacista sexual, o sea, que exige privilegios exclusivos para un solo grupo en particular), carece enteramente de validez ética y lógica? El feminismo de la tercera ola carece de toda validez moral PORQUE NINGÚN COLECTIVO EN ESPECÍFICO conocido hasta el momento «ESTÁ MATANDO A LAS MUJERES». Sin embargo, ustedes, viciosas y violentas feminazis, sí son un colectivo ideológico que esparce su odio agresivo, coercitivo y falaz, particularmente en contra de lo que podríamos considerar como un colectivo “inocente”: los hombres; pues el hecho de que existan hombres atroces y criminales, no significa que el hombre, por el simple hecho de serlo, sea un criminal real o en potencia. Tampoco es moral discriminar a un colectivo con base en la estadística, por correcta y científica que ésta sea, pues el hecho, por ejemplo, de que la estadística mundial parezca infaliblemente indicarnos que el atroz crimen del infanticidio suele ser cometido mayoritariamente por mujeres y no por hombres, no torna al primer colectivo (a las mujeres) en un grupo criminal o potencialmente criminal, pues estigmatizarlas a ellas de esta injusta manera, sería PREJUZGAR a la mujer en general, en lugar de presumir su inocencia, como sabemos que debe realizarse en todo sistema moral y genuinamente civilizado. En conclusión, mis queridas feminazis: ustedes no van contra los criminales que asesinan inocentes, sino exclusivamente contra LOS HOMBRES, bajo el falso supuesto de que estos seres «primitivos» y «ultra violentos», son TODOS ELLOS violadores y feminicidas reales o en potencia. Ergo, aquí ustedes y solamente ustedes son las violentas y las fascistas, y no, indiscriminadamente, cualquier individuo con pene y testículos, pues son ustedes un grupo no conformado por la simple forma de sus genitales, sino por una perversa ideología, totalitaria y supremacista (justo como lo fue, aunque en materia de raza y nacionalidad, el patológico y genocida nacionalismo promovido por el tóxico y criminal fascismo durante el lúgubre siglo XX) dedicada a oprimir y violentar al hombre en general. Así que ustedes no sólo NO son la solución, despreciables feminazis, sino que son parte esencial del problema.

 

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Egresado del Conservatorio de Música de Baja California en la carrera de composición y del Centro de Estudios Cinematográficos Cinefilias, donde obtuvo el doble diploma como realizador cinematográfico y guionista.

Realizó estudios de perfeccionamiento en Estados Unidos, Alemania e Italia, estudiando en algunos de los centros más importantes del mundo, como los estudios cinematográficos de Cinecittà en Roma, Italia y composición de música para cine con el maestro ganador del premio Oscar, Luis Bacalov en la reconocida Accademia Musicale Chigiana en Siena, donde además fue merecedor de la beca de excelencia académica.

Su primer trabajo profesional como productor ejecutivo lo realizó a los 16 años, con el mediometraje Marea Baja, dentro del cual también fungió como asistente de dirección, actor protagónico, guionista y compositor.

Ha obtenido diversos premios y reconocimientos nacionales e internacionales como cineasta, compositor, arreglista y director de orquesta, entre ellos el primer lugar dentro del concurso nacional de guión de cortometraje del Festival Internacional de Cine Judío de La Ciudad de México con Un día inolvidable, así como uno de los reconocimientos y apoyos que otorga a nivel nacional el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) con su guion de largometraje Funeral para una marioneta.

En televisión, destaca su labor como director y escritor en jefe de la exitosa comedia María de Todos los Ángeles (ganadora del premio TVyNovelas a mejor serie 2014 y transmitida en el horario estelar del Canal de las Estrellas de Televisa, así como en muchos otros países de Latinoamérica y el mundo). Actualmente, funge como asesor financiero de diversas casas productoras de cine y televisión de México y los Estados Unidos.

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