En el otoño Nueva Inglaterra se pinta de colores, las hojas crujen debajo de nuestros zapatos y el ambiente se vuelve acogedor. Aire fresco, hojas doradas revoloteando en el viento, una frescura a medida que el calor del verano se desvanece, incluso cuando el otoño señala el frío que viene, da nueva vida a la región.
En los riscos de Rhode Island, unas horas al norte de Nueva York, nos encontramos con un destino idílico, elegante y único. Conocida por su cálida fachada amarilla y sus impresionantes vistas del Atlántico, Rhode Island Ocean House abrió sus puertas en 1868 justo después de la Guerra Civil.
Ocean House es romanticismo puro. Acogedor y encantador, nos recibe con chimenea prendida y el murmullo de las olas a la distancia. Esta gran propiedad victoriana ha sido meticulosamente restaurada, con acogedores terrazas con vistas a los vastos terrenos. Aquí, saboreamos la vida al ritmo de las mareas, con navegación y paseos por la playa seguidos de la hora del té, cócteles y una variedad de opciones gastronómicas, desde cocina moderna hasta comida de bistró estadounidense.
Conocido por su icónica fachada amarilla, el hotel de lujo ve majestuosamente hacia el océano Atlántico. El complejo es tan venerado hoy como lo fue en 1868, cuando recibió a sus primeros huéspedes, convirtiéndose rápidamente en el principal destino de verano para generaciones de estadounidenses.
Fue aquí que me dejé llevar por una de las experiencias culinarias más exquisitas de mi vida. En el Private Club de Ocean House, un exclusivo club para huéspedes y miembros, la alta gastronomía de la zona es lograda a la perfección.
El menú del Private Club de Ocean House nos apapacha con productos ‘de la granja a la mesa’, locales y frescos. Las más deliciosas ostras, exquisitos cortes de carne, maravillosos mariscos y una excelente selección de vinos hizo de la velada una experiencia culinaria mágica.
Su propiedad hermana, Weekapaug Inn combina sin esfuerzo el confort informal y el lujo. En la parte culinaria, ofrece platillos con mejores y más frescos ingredientes, de origen local. Las ostras aquí son una experiencia única, increíblemente frescas ya que provienen del lago frente al hotel.
Ocean House’s OH! El spa y el restaurante Coast también tienen la calificación de cinco estrellas de Forbes, lo que hace de Ocean House un resort triple de cinco estrellas, uno de los trece resorts del mundo con este honor. Una encarnación del clásico lujo de siglos pasados, este pedazo de paraíso nos sumerge en mundos de sofisticación y placer infinito.