Las impactantes vistas a la Bahía de Acapulco y al mar que tiene todo el icónico hotel Las Brisas son incomparables, mágicas. Esta es la cima del mundo, donde las montañas, playas y edificios de la Bahía de Acapulco están a nuestros pies, tornándose rojizos en el atardecer.
Constantemente reconocido como uno de los lugares más románticos del mundo, Las Brisas nos sumerge en un mundo de lujo y seducción único. Un mundo de placer y un espacio singular, nos hace viajar en el tiempo a la época dorada de Acapulco, haciéndonos partícipes en esa magia única que tanto nos seduje de este fascinante destino.
La experiencia de Las Brisas comienza con una margarita rosada en el lobby, para luego recorrer los pintorescos caminos del resort hacia una lujosa suite en uno de sus característicos jeeps blanco-rosa, donde desde la espaciosa terraza se disfruta de la vista mientras deleitamos nuestro paladar con el desayuno que se entrega cada mañana por una pequeña puerta secreta.
En la suite ‘la encantada’ de las brisas nos sentimos como dentro de un cuento de hadas, donde cada instante es un apapacho, perfecto y seductor, que nos sumerge en mundos de relajación y paz. Los bungalows con piscinas privadas elevándose en la montaña a la orilla de mar son íntimos y de belleza clásica, recordándonos a las pintorescas calles y casas de Grecia.
Con su concepto exclusivo de elegancia, servicio y privacidad, Las Brisas es una de las joyas de este encantador destino, adorado por sus espectaculares playas, majestuosos acantilados, románticas cuevas, profundas y verdes junglas. Acapulco es una inigualable gema de la costa del Pacífico mexicano.
La suave danza da las ramas de las palmeras en la calurosa brisa del mar marca el ritmo de este momento único, completamente único, en el que el tiempo parece detenerse, dejar escapar un suspiro, y proseguir en su incansable camino.