La deficiencia de testosterona, hormona masculina, es un padecimiento poco conocido, a pesar de que cifras internacionales señalan que el 12% de la población masculina de 50 años o más de edad lo padece, mismo que incrementa síntomas de enfermedades como la hipertensión y la diabetes.
Lo anterior lo expuso el Dr. Miguel Gil Flores, especialista en farmacología y toxicología, profesor en la Facultad de Medicina de la UNAM, ante integrantes del Colegio Médico de Tijuana que preside el Dr. Abraham Sánchez Frehem.
“Hablamos de lo que significa la deficiencia de testosterona en el síndrome metabólico, cómo es que promueve que todos los factores del síndrome metabólico como es la hipertensión, la obesidad, dislipidemia, diabetes, se incrementen”, apuntó.
El médico detalló que entre más deficiencia de testosterona tenga un hobre, se promueve un desbalance en la utilización de energía, la cual se acumula en forma de grasa y, al no movilizarla, provoca a su vez una deficiencia de testosterona.
“Si nos basamos en una de las definiciones actuales la de la Federación Internacional de Diabetes, ésta nos dice que para que se pueda configurar el diagnóstico de síndrome metabólico, se requiere de obesidad abdominal, precisamente, es la deficiencia de testosterona la que ocasiona esa obesidad abdominal, dijo, por lo que se da un círculo vicioso.
A nivel mundial, agregó el galeno, a partir de los 40 años el hombre va perdiendo el 1% de la producción de testosterona, y a partir de los 50 años, se considera que el 12% de la población masculina tiene deficiencia.
Mencionó que aunque en México no se tienen cifras específicas sobre este padecimiento, lo que sí tiene bien establecido es que la obesidad es un problema de salud importante, por lo que se puede inferir que los individuos con problema de obesidad y que tienen más de 40, 50 años, tienen deficiencia de testosterona.
Precisó que para llegar a un diagnóstico se aplica un cuestionario al paciente; luego se le realizan análisis de sangre, especialmente el antígeno prostático específico; y posteriormente, se otorga un tratamiento con la hormona masculina, pero de manera sintética.
“El conocimiento sobre esta enfermedad está todavía en una fase muy inicial en México, debido a que la testosterona ha sido muy satanizada por su relación con el cáncer, sin embargo, su utilización en el síndrome ha probado que no hay una relación directa con el cáncer; si bien es un factor una vez que el cáncer aparece, no es el factor que promueve su aparición, eso ha quedado probado”, subrayó.
Por su parte, el presidente del Colegio Médico de Tijuana, el Dr. Abraham Sánchez Frehem, resaltó la importancia de que la comunidad médica se actualice sobre temas como este parta poder atender de manera integral a sus pacientes.
“Es importante actualizarse, seguir investigando y que los médicos vean las guías internacionales que muestran que la enfermedad existe, que hay una forma de diagnosticarla y que hay tratamiento para reducir los síntomas, ese sería el exhorto”, finalizó.