La escritora Bárbara Jacobs, quien presentará “Rumbo al exilio final”, su libro más reciente, en el Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura, lleva la impronta del exilio en la sangre.
“Soy nieta de emigrantes libaneses, hija de un trasterrado estadounidense, viuda de un exiliado guatemalteco y mujer de un refugiado español”, asegura la autora de “Las hojas muertas”, novela por la que recibió el Premio Xavier Villaurrutia 1987.
La autora visitará el CECUT este viernes 18 de octubre, en punto de las 18:00 horas, para presentar el volumen publicado por el sello editorial Rayuela, con los comentarios de Guadalupe Bejarle, maestra de la Facultad de Artes de la UABC; la entrada será libre.
Nacida en la Ciudad de México, la autora de una veintena de libros, entre novela, cuento y ensayo, en los que ha volcado tanto su experiencia de vida como su imaginación literaria, se autodefine a partir de una fórmula que la hace ser de aquí y de allá:
“Soy una mexicana extranjera, o extranjera mexicana, que, al igual que todos mis parientes, he vivido feliz en México, en donde me he desarrollado y movido dentro de diferentes lenguas y diferentes costumbres”, afirmó en entrevista.
Respecto al libro que presentará en la Sala Federico Campbell del CECUT, Bárbara Jacobs señaló: “En ‘Rumbo al exilio final’ narro las experiencias que en mis años formativos me relacionaron con la literatura y con la escritura, en particular con los libros, ajenos y propios, y con las personas que me pusieron en contacto con el mundo literario, con la escritura y con estos libros”.
Se trata de una suerte de “autobiografía intelectual” en la que la autora hace un recuento de textos y autores, tanto mexicanos como extranjeros, que dejaron huella en su formación como escritora.
Respecto a sus inicios literarios, la autora de “La dueña del hotel Poe” (2014) apuntó: “Es más que oportuno recordar que el primer libro que publiqué, en 1979, hoy hace 40 años, fue una plaquette, ‘Un justo acuerdo’, de la colección de La Máquina de Escribir, que fundó y dirigió Federico Campbell”, cuyo nombre bautiza la sala donde la escritora presentará su texto más reciente.
“Registro esa experiencia en mi libro, por su importancia para mí y con mi enorme agradecimiento (a Campbell). Por cierto, el agradecimiento es el motivo conductor de cuanto recojo en ‘Rumbo al exilio final’”, añadió la escritora.
Consultada sobre si pertenece o se identifica con algún grupo literario, Jacobs aclaró: “A pesar de que siempre me he relacionado y me relaciono, y me relaciono bien, con toda la gente y con todos los diferentes grupos intelectuales y sociales con quienes, por una razón o por otra, he entrado y entro en contacto a lo largo de mi vida, en el fondo soy una reclusa de corazón, mis amistades son pocas, y no tiendo a pertenecer a ningún tipo de comunidad aparte de la humana.
“Me gusta más observar que actuar; me gusta más escuchar que hablar. Características que, para mí, han sido más que propicias para mi actividad literaria”, precisó la escritora.
Por último, comentó que por estos días cumple 26 años de colaborar con un artículo quincenal en las páginas dominicales de la sección de Cultura del periódico La Jornada, “aniversario que celebro al recordarlo y al compartir su recuerdo”.