Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) es uno de los principales programas sociales del gobierno actual. Se trata de transferirles, en efectivo, tres mil 600 pesos al mes, durante un año, a jóvenes entre 18 y 29 años. Reciben este pago mientras trabajan en alguna empresa, institución pública u organización social con el fin de capacitarse y desarrollar habilidades. Esta experiencia debe ayudarlos a integrarse de manera definitiva al mercado laboral. El programa está a cargo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), que está inscribiendo, por un lado, a los muchachos y, por el otro, a los lugares donde trabajan mientras reciben su beca.
La organización civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) llevó a cabo una investigación sobre JCF. ¿Qué encontraron?
1. Un padrón inverosímil. Se observan patrones difíciles de creer. Prácticamente todos los días se inscribieron la misma proporción de becarios, de hombres y mujeres, de niveles educativos y de edades. Esta información, por tanto, es improbable, incompleta e inverificable.
2. En la Ciudad de México no encontraron la localización o existencia en dos mil 881 centros de trabajo equivalentes al 53% de los casos que revisaron.
3. En 646 centros de trabajo identificaron una dirección o teléfono, pero no hallaron su ubicación.
4. En 140 casos se logró contactar el centro de trabajo registrado en el padrón, pero, al hacer la visita, les informaron que no se inscribieron en el programa.
5. 214 centros de trabajo declararon que solicitaron becarios (algunos hace más de cuatro meses), pero aún no les han llegado candidatos.
6. 413 centros de trabajo sí tenían becarios, pero encontraron anomalías como falta de pago, despido de empleados y sustitución con becarios, ausentismo, discordancia entre becarios registrados y becarios capacitándose, becarios utilizados para actividades que no aportan nuevas capacidades, becarios en actividades distintas a las que el centro de trabajo registró, becarios con vínculo familiar directo con el centro de trabajo, retención de parte de la beca que paga el gobierno, amenaza de “baja” del programa por solicitar cambio de centro de trabajo.
7. Desde hoy se prevé que, a final de 2019, habrá un subejercicio de por lo menos 15 mil 641 millones de pesos, equivalentes al 39% de lo aprobado para este programa; dinero que, de acuerdo a la nueva legislación, podrá reasignar el Poder Ejecutivo sin la aprobación de la Cámara de Diputados.
La investigación de MCCI sobre JCF termina haciéndose varias preguntas que reproduzco:
¿Por qué el padrón reportado creció de una manera poco creíble?
¿Por qué no ofrecer información completa de los centros de trabajo en los padrones y sólo “simular” transparencia?
¿Por qué el programa no pasó por la evaluación de “nuevos programas” establecido por el Coneval?
¿Por qué se “cerró” el programa si aún hay tantas vacantes disponibles y recursos de sobra?
¿Por qué hay desertores y ausentismo?
¿Por qué no hay control y verificación sobre las labores asignadas a los becarios?
¿Por qué la sobrepresupuestación de JCF?
En el sitio de MCCI aparece una larga carta donde la STPS aclara dudas y refuta algunos hallazgos de la investigación. Argumenta, por ejemplo, que “todos los días hay variaciones en la cantidad de becarios vinculados al programa. También hay variaciones diarias en la proporción de hombres y mujeres, edades y niveles educativos”. MCCI, a su vez, presenta su respuesta a la misiva de la STPS. En el caso mencionado apuntan que, con la salvedad de 4 días, “el resto del tiempo la tasa de mujeres comparada con hombres se mantiene prácticamente constante, con una correlación de 98%. Esta observación es sorprendente, atípica y estadísticamente inverosímil”.
En la carta de la STPS destaca el compromiso de mantener sus puertas “abiertas al diálogo, la crítica y las recomendaciones con miras a fortalecer el programa. La STPS continuará monitoreando los procesos de capacitación para, en caso de identificar malas prácticas, reorientar a los aprendices a mejores capacitaciones. Nos hemos comprometido a que 2.3 millones de jóvenes que no estudian y no trabajan sean apoyados por el gobierno con una beca para capacitarse en el trabajo hasta por un año. A todos esos jóvenes les queremos decir una cosa: no les vamos a fallar”.
Felicito a MCCI por esta nueva investigación. En una democracia liberal es muy importante que organizaciones civiles hagan este tipo de ejercicios de rendición de cuentas. Felicito, también, a la STPS por su compromiso de participar en un diálogo constructivo que fortalezca a un programa tan importante como JCF.