a alta dependencia de México con la economía de Estados Unidos se ve reflejada en las remesas.
Y prueba de ello es que en 2018 más de $33,000 millones de dólares anuales permiten que millones de familias mexicanas puedan alimentarse, vestirse, ir a la escuela y tener acceso a medicamentos.
Dicho monto, que llega a México como remesas, «deberían representar una señal clara del elevado costo social que se debe pagar cuando la economía mexicana no crece, o más aún cuando entra en crisis», alertó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, AC (IDIC) en un reporte reciente.
Pero no todo es un eslabón de beneficios, ya que cada año que México no ha crecido, o lo ha hecho por debajo de un 4%, se dejan de crear entre 250,000 y 750,000 empleos formales, lo que significa que los mexicanos deben encontrar ocupación en la informalidad o deben migrar.
Al tipo de cambio actual, los $33,000 millones de dólares mencionados representan cerca de $700,000 millones de pesos.
Dicha cifra es ligeramente inferior al presupuesto de gasto total de la Ciudad de México, el Estado de México, Nuevo León y Jalisco juntos, es decir, podría suplir cerca del 95% de los recursos que destinarán a inversión y gasto corriente las cuatro entidades federales más relevantes, en términos de Producto Interno Bruto(PIB) del país, alertó.
Ello permite entender por qué los estados que reciben la mayor cantidad de las remesas (Jalisco, Estado de México, Guanajuato, Oaxaca, Guerrero, Chiapas,Veracruz, Zacatecas o la propia Ciudad de México) dependen de dichos recursos: el estado mexicano no tendría la capacidad financiera para dar un apoyo económico equivalente a lo que representan las remesas.
«El mensaje implícito a lo descrito es la elevada fragilidad que tiene México respecto a EUA: ese monto son un puente de presión política y macroeconómica porque le dan vida a parte del consumo y la inversión diaria de las familias mexicanas (…) La deuda social, y la dependencia hacia EUA, se elevan cada año que México no crece más de 4%», reiteró el IDIC.