La relación con el whisky es una de amor pausado, una que se atreven a experimentar quienes gustan de los aromas intensos y de los sabores sensuales. Beberlo es como sumergirse en una poesía y ser parte de su historia, y regresar después al mundo real con un destello cautivante en los ojos.
Fundado por Sir Alexander Matheson, en 1839, un empresario inquieto y hombre de negocios internacional, The Dalmore nació con un propósito diferente, ir más allá para crear un whisky Single Malt de lujo, único como ningún otro en el mundo.
The Dalmore es pionero en el añejamiento individual y multibarrica por más de 100 años antes de que esta técnica fuera comúnmente adoptada por otros en la industria.
Richard Paterson, ha sido Master Distiller en The Dalmore por casi 50 años. Él es el hombre que, con The Dalmore, creó la categoría de whisky Single Malt de súper lujo, una categoría que se continúa definiendo hasta el día de hoy.
Desde 1867, la destilería fue trabajada por inquilinos, la familia Mackenzie, quienes pudieron comprar la destilería y la tierra como resultado de la Ley de Crofters de 1886. Fue a través de la familia Mackenzie que el ciervo de cornamenta de 12 puntos real se convirtió en sinónimo de la marca The Dalmore.
Gran parte del whisky The Dalmore producido en el siglo XIX y XX, antes de la popularidad de los Whiskies Single Malt, se suministró a clientes y amigos de la familia y la industria. Dos de estos conocidos, James Whyte y Charles Mackay, que eran dueños del popular blended whisky Whyte & Mackay, quedaron tan impresionados con The Dalmore que en 1960 se fusionaron ambas empresas.
Entre sus variedades, The Dalmore Cigar Malt Reserve es una doble delicia hedonista. Se madura inicialmente en barricas de ex-bourbon de roble blanco americano y barricas de Jerez Matusalem Oloroso de 30 años. Para el toque final, es retocado en Barricas de Vino Cabernet Sauvignon, esta barrica le otorga su cuerpo y carácter único. El cuerpo, estructura y carácter de esta extraordinaria expresión es única en su tipo, con notas aromáticas de canela, vainilla y frutos rojos, y en paladar destacan las frutas tropicales, helado de vainilla y plátano con un final de ralladura de naranja, bergamota y especias.
Extraordinariamente, el Clan Mackenzie tiene un segundo lema, Luceo non Uro, que se traduce “I shine not burn”. The Dalmore se ha inspirado en las historias, lemas únicos y distintivos del clan para crear una marca que realmente ilumina todo lo que se hace en la marca.