El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, puso el dedo en la llaga del que es uno de los graves problemas del país, y quizás el mayor pendiente de la economía mexicana en por lo menos las últimas cuatro décadas, el nivel de los salarios en el país.
El mandatario expuso que en México los salarios mínimos son más bajos que en Centroamérica y que en China, por lo que indicó que es urgente que se tomen medidas para impulsar el salario en México, hacerlo más atractivo y cerrar la brecha paulatinamente.
En efecto, las cifras internacionales señalan lo que es a todas luces el reflejo del fracaso de las políticas económicas de las últimas décadas, traducido en un salario mínimo demasiado bajo para los mexicanos; es cierto que el problema no es reciente; sin embargo, este atraso salarial es una de las causas que, para muchos de los analistas en el tema, tiene a México en muy bajos niveles de competitividad. Si bien existen una diversidad de salarios y en muchos casos los salarios profesionales son altamente competitivos, debe reconocerse que el salario mínimo del país, al que todavía accede un alto porcentaje de los trabajadores mexicanos, es muy bajo; es incluso vergonzoso porque, efectivamente, otras naciones latinoamericanas con economías más pequeñas tienen salarios mínimos mayores al nuestro. Así está México en materia de salario mínimo.
México no es competitivo frente a economías más pequeñas
Para no empezar con el escenario mundial, veamos cómo está México en cuestión de salario mínimo dentro de su región: Latinoamérica. Podría pensarse que al ser nuestro país la segunda mayor economía latinoamericana, solamente debajo del gigante brasileño, los salarios mínimos serían cuando menos medianamente competitivos y superiores a otros países con economías más pequeñas, la mala noticia es que esto no es así, por el contrario, México debe hacer mucho para superar o cuando menos igualar los salarios mínimos de otros países de la región.
Estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), así como de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), señalan que en Latinoamérica Uruguay tiene el salario mínimo más alto con 462.3 dólares mensuales, le sigue Chile con un promedio de 431.7 dólares.
Ecuador está en el tercer sitio con un salario mínimo de 394 dólares, Paraguay ocupa el cuarto sitio con un mínimo de 355.6 dólares mientras que la quinta posición de la región está ocupada por El Salvador en cuyo territorio se paga un salario mínimo de 304.17 dólares. Es cierto, se podrá argumentar que estas cifras deberían redundar en países más desarrollados, con menos problemas sociales, pero recordemos que se refieren únicamente al promedio salarial y no al desempleo o falta de puestos de trabajo, ese es otro tema y otro gran pendiente para todos los países latinoamericanos.
¿Y México qué sitio ocupa? Muy abajo, el salaria mínimo del país homologado a dólares para hacerlo comparable con el resto del mundo es de apenas 150 dólares, es superado por lo que se paga en otras naciones como Colombia con 253 dólares, Bolivia 298 dólares, Argentina 295, Perú 276, Brasil 259 e incluso Nicaragua con 161 dólares.
En efecto, el salario mínimo de México es muy inferior al de otras naciones que se supone son mucho más pequeñas, menos desarrolladas, menos relevantes en el concierto global, México es la economía 15 del mundo, pero tiene un salario mínimo del tercer mundo.
México ni siquiera pinta
De acuerdo con cifras de la OCDE, Luxemburgo es el país que tiene el salario mínimo (de entre los que lo tienen, o algo similar, ya que no todos lo utilizan), con un nivel de 1,903 dólares; es decir, un trabajador en ese país gana 12.68 veces más que un trabajador mexicano, en el supuesto de que ambos ganen el mínimo. Las mediciones internacionales de los salarios mínimos ni siquiera toman en cuenta a México; en la región consideran los casos de Brasil, Argentina, Chile y Uruguay, nuestro país no pinta.
Si bien el salario mínimo de México no está entre los más bajos del mundo, tampoco se encuentra demasiado lejos y eso además de vergonzoso es preocupante por todo lo que debería ajustarse para que fuera más competitivo. La misma OCDE señala que el país con el salario mínimo mensual más bajo del mundo es Egipto, con 98 dólares, aunque otros datos mencionan el caso de Venezuela con un estimado de máximo 70 dólares.