Cuando inició este tiempo espacio de las violencias que vivimos en Juárez a partir de 2008, un escenario similar se presentaba en Tijuana, Baja California. La respuesta que articularon en aquella ciudad, también fronteriza, permitió mostrar un rostro distinto a sus visitantes e inversionistas, así como un entorno y una interacción positiva para sus habitantes.
Esfuerzo colectivo, donde los diversos sectores social, económico y político tuvieron no sólo que enfrentar y contener la violencia creciente, sino enfrentar las adversidades y negociar las opciones que permitieran dotar de un nuevo impulso a sus fuerzas sociales y productivas. Tijuana Innovadora es producto de uno de sus más logrados esfuerzos.
Como se indica en su página electrónica, “Tijuana Innovadora A.C. nace del impulso de la comunidad en 2010, la sinergia para coordinar un evento que mostrara las fortalezas de la ciudad, se transformó en un esfuerzo colectivo que abrió un sinfín de oportunidades y propuestas comunitarias para promover las virtudes de la ciudad, sus talentos, vocaciones y pasiones”.
Con la visión de convertirse “en agentes de cambio a beneficio de nuestras comunidades, en alianza y colaboración con otros (comunidad + gobiernos + empresas) para lograr ser una influencia positiva en nuestros jóvenes y la comunidad en general, a través del liderazgo y el sentido de pertenencia”, esta asociación civil se sustenta en tres valores: sentido de pertenencia, enfoque comunitario y liderazgo.
Con visión de futuro, el sentido de pertenencia hace referencia al reconocimiento de que el esfuerzo que se haga hoy, en favor del desarrollo humano, tendrá un impacto decisivo en las nuevas generaciones. Además, se vincula con una concepción del enfoque comunitario que no sólo alude a las juventudes, sino que se apropia de su entorno fronterizo para reconocerse como una región binacional que favorece el aprovechamiento de sus fortalezas y así impulsar las vocaciones de aquellas.
Este mes de julio, por ejemplo, nueve personajes, hombres y mujeres, fueron distinguidos en ceremonia de investidura para formar parte del Paseo de la Fama 2019. ¿Qué es Paseo de la Fama? “Paseo de la Fama es una iniciativa que busca atraer las miradas del mundo sobre lo mejor de Tijuana, su gente; fortaleciendo el sentido de pertenencia y orgullo de la ciudad por medio exposiciones itinerantes que presentan a personajes nacidos o adoptados por nuestra ciudad que han destacado a nivel nacional e internacional en el ámbito profesional, influenciando a las nuevas generaciones”.
Vienen a cuento estas referencias ante el anuncio de la próxima rehabilitación de la avenida Juárez, la continuación del llamado Paseo de las Luces, así como de los diversos anuncios sobre posibles acciones entorno a los bienes muebles e inmuebles de Juan Gabriel.
Con respecto a la primera, es evidente que lo que se ha hecho hasta ahora no poseía vocación de futuro. Apenas cuatro años atrás se realizaron obras por un valor de 40 millones de pesos en esa misma avenida, la que ahora tiene presupuestados alrededor de 70 millones más, como informa Araly Castañón recientemente.
Desarrollos como el Corredor Seguro, ubicado en la Gómez Morin, no favorecen ni la seguridad ni un futuro mejor sustentado en el desarrollo humano. La concentración de bares en una vialidad de tránsito constante, de origen una carretera, sin los estacionamientos requeridos y sin mayor oferta que alimentos y bebidas, preferentemente alcohólicas, no propone un legado esperanzador.
El cúmulo de problemas que se presentan a la ciudadanía en el día a día y sobre los que no atisba solución alguna, en tanto se repite el incumplimiento de promesas de atención a las mismas, no favorece un sentido de pertenencia que se sustente en los logros y las fortalezas de su gobierno, de sus empresarios y de sus conciudadanos.
Basta con revisar las notas cotidianas de los medios de información, para observar cómo los hechos y actos negativos ocupan los principales espacios en portadas y secciones. Y al mismo tiempo, los aspectos positivos, que los hay, son relegados o ignorados.
Así, la carencia de una visión de futuro expresa, por una parte, el interés por la rápida obtención de ingresos y por la otra, la implementación de respuestas inmediatistas ante problemas de larga data. En las juventudes, como lo reconocen en Tijuana, están las luces que iluminarán el futuro juarense. No será en un semestre o un año, mas perdurará y será un mejor legado.