Javier Reyes ha estado fuera de casa un largo tiempo. Tiene 33 años y abandonó la escuela en quinto de primaria porque al morir su padre comenzó a trabajar para apoyar a su madre y tres hermanos. A los 19 años se atrevió a cruzar al otro lado de la frontera norte, pero su sueño quedó frustrado al ser detenido y deportado por las autoridades migratorias estadounidenses. Una vez más lo intentó y el resultado fue similar al primero. A la cuarta ocasión logró pisar territorio estadounidense, aunque atravesó por una odisea durante una semana. Hoy, el originario de La Aldea, Guanajuato, forma parte de los 11.3 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos y que envían remesas a sus familias para apoyarlas a salir adelante.
Cada semana, el joven mesero envía a su madre María del Carmen Flores 60 dólares (unos mil 140 pesos, al tipo de cambio actual) con los que compra comida y cubre algunas de las necesidades de sus otros hijos.
“Javier nos está dando una oportunidad de salir adelante, aunque eso implique que no esté aquí con nosotros. Yo siempre le digo que ya se regrese, que busque trabajo aquí, pero me dice: ‘no, ma’, acá me pagan en dólares y estos billetes valen más que los pesos’, pero tengo la esperanza de algún día estar juntos de nuevo”, comparte Flores.
El envío de dinero de los migrantes mexicanos acumula un alza de 38 meses consecutivos, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico). Durante mayo se registró una cifra histórica de remesas al alcanzar los 3 mil 203 millones de dólares (mdd), monto 5 por ciento superior a los 3 mil 155 mdd captados en el mismo mes del año pasado.
1.6millones de hogares mexicanos dependen de las remesas
Este dinero constituye la principal fuente de ingresos para 1.6 millones de hogares mexicanos, de los cuales 86.4 por ciento destinan estos recursos para la manutención y el resto para desarrollo de vivienda o ahorro.
Los recursos enviados por los connacionales durante el mes de las madres llegaron a manos de sus familiares por tres vías: 3 mil 153 mdd a través de transferencias electrónicas; 33 mdd en efectivo y especie, en tanto que 15 mdd por ‘money orders’.
Las remesas son una de las principales fuentes de ingresos extranjeros de México, superando a las exportaciones de petróleo, que sumaron 18 mil 500 mdd entre enero y octubre del año pasado, según las últimas cifras disponibles en Banxico. Las exportaciones manufactureras encabezan la lista de los ingresos extranjeros.
39 milmdd se espera que alcancen los envíos de dinero al cierre de este año
José Luis Clavellina, encargado de la dirección general de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez (IBD), opina que el incremento en el flujo del dinero de los mexicanos en Estados Unidos llama la atención, pero parte importante de esto es el actual clima político en el vecino país del norte.
En este momento hay varios factores que se relacionan con el crecimiento, pero el temor a ser deportados hace que los connacionales envíen una mayor cantidad de dinero porque buscan proteger a sus familias y ellos quedarse con lo mínimo para evitar una mayor pérdida en caso de que los regresen a casa
– José Luis Clavellina/ Encargado de la dirección general de Finanzas del IBD
FALTA DE OPORTUNIDADES A MIGRANTES Y DE REMESAS
La economía de Estados Unidos está en su mejor momento: acumula 121 meses (casi 11 años) de expansión ininterrumpida, con lo que supera el techo que logró entre 1991 y 2001, con un crecimiento promedio de 1.5 por ciento.
Esto provoca que el mercado laboral se fortalezca, principalmente en los sectores de servicios profesionales, salud y transporte de mercancías.
Si las cifras de empleo se mantienen sólidas esto apoya al flujo de remesas, sin embargo, los analistas coinciden en que el empleo de migrantes mexicanos en Estados Unidos ha moderado su avance y si el inquilino de la Casa Blanca endurece su retórica hacia su socio comercial el impacto será significativo.
De manera local, estos recursos fortalecen el consumo interno, ya que las familias que los reciben pueden gastar más en bienes y servicios. México es la tercera economía receptora de remesas en el mundo, después de India y China; la primera en América Latina y el Caribe, y la principal beneficiaria del dinero enviado desde Estados Unidos.
En 2018, los flujos sumaron 33 mil 470 mdd y su crecimiento anual fue de 10.5 por ciento. Un análisis del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla) revela que tal ingreso fue resultado de 103.9 millones de envíos, es decir que el país recibió 285 mil remesas diarias, cuyo monto promedio ascendió a 322 dólares.
Las remesas acumulan cinco años de un crecimiento sostenido y se prevé que para el cierre de 2019 alcancen una cifra récord de 39 mil mdd.
A pesar de este ingreso permite que muchas familias puedan sostenerse, Fernando Tapia, director de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, Campus Toluca, considera que esta captación lejos de mandar una buena señal pone en evidencia la incapacidad económica de México.
“Debería ser motivo de vergüenza que uno de los mayores ingresos extranjeros del país provenga de los mexicanos que migraron hacia Estados Unidos en búsqueda de mejores oportunidades laborales ante la falta de apoyo en su país de origen”.