Interesante, por supuesto, la defensa que el rector de la Universidad Iberoamericana, David Fernández Dávalos, hace del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, calificando a los críticos del gobierno como reaccionarios de la derecha que, con su carácter “clasista”, se oponen al cambio. A quienes dicen que AMLO no tiene contrapesos, Fernández Dávalos les aclaró que “tiene los contrapesos de los grandes capitales del país, de la prensa, de los canales de televisión”, pues si bien no tiene contrapesos de carácter político-electoral, esto se debe a que las élites surgidas del Porfiriato, desde 1910, están siendo desplazadas del control político de México, mas no del control económico.
En su conferencia ‘El compromiso de los cristianos en la coyuntura de México hoy’, que dio en el Auditorio de la Parroquia de la Sagrada Familia por invitación del Centro Ignaciano de Espiritualidad de la Ciudad de México, el Rector dijo que esas élites no desaprueban la política económica federal, porque coinciden con ella, pues se están aplicando rigurosamente las fórmulas económicas tradicionales. “Pero sí reprueban las decisiones que tienen que ver con los proyectos de la Presidencia y que afectan los intereses de los grandes capitales. Protestan por el fin de la condonación fiscal; por la lucha contra la corrupción, que fue la que hizo despegar a los grandes capitales de hoy; protestan por la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, porque había un negocio multimillonario alrededor; por el tema de la Refinería de Dos Bocas, porque sustituye importaciones que también son manejadas por estos grupos; por el control de las compras gubernamentales, porque también han sido desplazados”.
Mas en el disgusto de los sectores acomodados que están siendo desplazados, en la oposición de las derechas, no hay ningún proyecto alternativo. “Sólo hay enojo, sólo hay una crítica permanente. Son los que salieron a marchar para que renunciara Andrés Manuel”. Lo que ellos quisieran es que se acabaran el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) y los proyectos populares. Para ellos, los 30 millones de mexicanos que votaron por Andrés Manuel no son seres racionales, sino manipulables, comprables, que sólo votan con las vísceras, sin medir las consecuencias.
La reacción que han tenido estos grupos opositores es sostener que el triunfo de Andrés Manuel proviene de la decisión de no humanos, de los sin cerebro, como decían sus pancartas en la marcha: por ti votaron los sin cerebro, los incultos. “Es la reacción de miedo, porque temen ser afectados, después de haber ellos afectado y de maneras tan perniciosas a los otros”.
Para el Mtro. Fernández es indudable que hay una crítica racista y clasista en la reacción en contra del gobierno de Andrés Manuel, y que quienes marchan en contra de él piensan que todo estaría bien si cada cual se conformara con la casta que le ha sido asignada y con el lugar que tiene que ocupar en la sociedad.
Y pese a que se viene cayendo su popularidad, Andrés Manuel todavía tiene una enorme legitimidad, con una aprobación del 68%, la cual “proviene no tanto de lo que él representa o está haciendo, pienso yo; sino del horror que han significado para el país y para la gente los gobiernos que le precedieron, es decir, del miedo a regresar a los momentos de los gobiernos anteriores, de saqueo, de corrupción, de racismo, de exclusión, de aumento de la pobreza”.
“Hubo tanto daño en los regímenes encabezados por el PRI, o por el PRIAN, que la población mayoritariamente no quiere volver a lo anterior; por eso se aferra a la esperanza que significa MORENA en el país, y lo acabamos de ver en las elecciones de Baja California y de Puebla, donde vuelve a triunfar muy ampliamente lo que representa Andrés Manuel”, concluyó el Rector de la Universidad Iberoamericana.