La antigua dinastía Luckmann fue propietaria del un precioso inmueble en la esquina de la calle Slovenska en Liubliana, la capital de Solvenia, desde 1786. El Dr. Fritz Luckmann – un abogado muy conocido y miembro de la junta de la cervecería de la Unión Ljubljana – heredó la propiedad después de la muerte de su padre. En 1914 se casó con Linda Kosler, hija de Peter Kosler, el fundador de Union Brewery y en el año 1931, por el tranvía que en la esquina frente al edificio causaba atascos de tráfico, se le ofreció una compensación para demoler el edificio antiguo y construir algo nuevo, dejando más espacio para rieles de tranvía adicionales.
Al año siguiente, en 1932, se terminó el nuevo edificio, lo que permitió más espacio para el tráfico de la calle. Su famosa fachada y el exterior del edificio se mantuvo igual hasta hoy. Después de la Segunda Guerra Mundial, el edificio fue el hogar de una escuela de ballet, las oficinas de una de las revistas más populares de la época, el centro de exámenes para el DMV de Ljubljana, un famoso café Miška, y un sin fin de espacios que han dejado su legado. Ahora, en este espacio singular se alza el original y fascinante hotel CUBO.
Un edificio histórico protegido por el Instituto para la Protección del Patrimonio Cultural de Eslovenia, estilo art deco de los años 1930 y completamente renovado, el hotel CUBO conserva su encanto al tiempo que se ve reforzado por el diseño y funcionalidad moderna.
El Hotel Cubo abrió sus puertas en 2011 y desde entonces es uno de los hoteles mejor valorados de Liubliana y toda Eslovenia. Con patrimonio exterior protegido, el edificio se ha conservado en su forma original. La transformación arquitectónica del interior de esta casa de apartamentos múltiple en un hotel moderno se utilizó como una oportunidad para reintroducir su encanto irresistible al público.
La capital más pequeña del mundo, Liubliana parece de juguete. Una ciudad alegre, pintoresca y única. En las orillas del río Ljubljanica se alzan encantadores cafés, dividendo el casco antiguo de la ciudad de su centro comercial. Con vistas al castillo de la ciudad, resplandeciente sobre una colina en el casco antiguo, el hotel CUBO es el perfecto punto de partida para enamorarnos del corazón de Eslovenia.