Quiero comenzar agradeciendo la invitación que me hizo la UABC para impartir el taller de Marketing y Comunicación Política, como parte del diplomado “Análisis político y campañas electorales”. Excelente organización y magníficos estudiantes, ¡enhorabuena por la iniciativa!
Luego de dejar “respirar” un poco el vino, con el ánimo sereno y la pluma calibrada, quiero referirme a la “desbandada priista” en Baja California, suceso que, desde mi óptica, debe de ser comprendido como una depuración, no sé si justa, pero si muy necesaria. Fue una medida dura, pero que, sin duda alguna, beneficiará al partido más longevo. La buena noticia es que la herida del PRI casi termina de drenar el orgullo herido de los exmilitantes que perdieron protagonismo y, lo que más les duele, beneficios personales. Se trata pues, de quienes lastimaron lo que, se supone, más procuraban proteger: su partido.
El reto inmediato es la organización interna de los recursos -de todo tipo- con los que cuenta. Luego de ello, ha de venir el fortalecimiento de su ideología, bases y estrategias. Si se me permite la alegoría, en este momento el PRI debe entenderse como un edificio con casi un siglo de historia, el cual, como toda construcción, ha sido deteriorado con el paso del tiempo y las malas decisiones de algunos de sus dirigentes. Ante tales circunstancias la improvisación sale sobrando, el edificio debe ser remodelado, fortificado y rediseñado para que vuelva a considerarse como una opción atractiva para la sociedad, pero de una manera profesional y objetiva.
En el pasado, los simpatizantes del actual gobierno federal acusaron al PAN y al PRI de múltiples atropellos. Lo grave del asunto es que se supone que el presidente López y sus agremiados no cometerían los mismos abusos. Motivo por el cual resulta increíblemente reprobable la conducta de la directiva de la preparatoria pública más conocida de la ciudad, ante lo que se presume fue una invitación al mitin del sábado anterior, para que los estudiantes y sus familias manifestaran su “gratitud” al presidente por el apoyo que les dispensó a través de 4,520 becas, según se lee en el comunicado. Antes se llamó “acarreo”, en la 4T se llama “invitación oficial”. Pero si ya lo dice el viejo y conocido refrán: “no hagas cosas buenas…”.
El evento organizado en la Zona Centro de Tijuana, se trató de un mero parapeto, un distractor más para desvanecer el mensaje al que realmente debemos atender los ciudadanos. Así que, como decía aquél conocido comercial, hay que tener: ¡Ojo! ¡Mucho ojo!
En otros tiempos, al secretario de Relaciones Exteriores se le conoció como “el carnal Marcelo”; hoy, me atrevo a llamarlo “Súper Marcelo”, el personaje que hizo gala de su profesión como internacionalista, su dominio de otras lenguas y, particularmente, su formación bajo el amparo del gobierno salinista, durante sus inicios en los 90, para resolver el problema. Así, Súper Marcelo salió al rescate con sus superpoderes neoliberales.
Al presidente López debo reconocerle -y agradecerle- son dos cosas que hizo para evitar la imposición de aranceles a nuestros productos por parte del lado “gabacho”. La primera es haber colocado al canciller, Marcelo Ebrard, al frente de la negociación; la segunda, no estorbar.
Post Scriptum. “El problema no es el nombre del partido, sino quienes están en él”, Jorge Bernal -mi alumno-.
* El autor es consultor político, catedrático y escritor.
Contacto: www.facebook.com/FRuizMX/