Si bien es el 15 y 16 de septiembre los días que se celebran las fiestas patrias en México, en Estados Unidos, la comunidad latina ha escogido como fecha el 5 de mayo, día en que se conmemora la batalla de Puebla de 1862. Una serie de festejos patrios que toma cada día más auge no sólo en la comunidad de origen mexicano.
El cinco de mayo es para las personas que viven en Estados Unidos el equivalente del 16 de septiembre para los mexicanos. Fuegos artificiales, fiestas, comidas mexicanas, todo es válido para celebrar “la mexicanidad”.
En 1862, el 5 de mayo, tiene lugar la célebre batalla de Puebla, un combate en las cercanías de la ciudad de Puebla, en la región centro de México, entre el ejército mexicano, bajo el mando del general Ignacio Zaragoza y el ejército del Segundo Imperio francés, dirigido por Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, durante la segunda intervención francesa en México, una invasión promovida por Napoleón III.
Al amanecer del 5 de mayo de 1862, el General Ignacio Zaragoza arenga a sus soldados: «Nuestros enemigos son los primeros soldados del mundo, pero vosotros sois los primeros hijos de México y os quieren arrebatar vuestra patria».
Esta batalla se considera una victoria importante para los mexicanos ya que con unas fuerzas inferiores lograron vencer a uno de los ejércitos más experimentados de la época.
Pese a su éxito, la batalla de Puebla no impidió la invasión del país, aunque sí fue la primera batalla de una guerra que finalmente México ganó más tarde.
Dato paradójico, unos meses más tarde, el 8 de septiembre de 1862, Ignacio Zaragoza muere, con tan sólo 33 años de edad, de tifus murino contraído por infestación de piojos, consecuencia de las fatigas y de la insalubridad de los campos de batalla.
Los festejos en Texas
Cinco años después de esta batalla, en 1867, un grupo de mexicanos celebró en Texas con cantos y poesías esta breve victoria de Puebla.
El lugar de la celebración no fue casual, ya que fue en Texas, en 1829, donde nació el héroe del 5 de mayo, el general Ignacio Zaragoza, cuando Texas aún pertenecía a México. No fue sino hasta 1836 que Texas se independizó y pasó a formar parte de los Estados Unidos.
Desde finales del siglo XIX hasta la década de 1930, las fiestas del 5 de mayo se organizaban de manera popular y fueron tomando cada vez más auge.
Desde los primeros festejos, el 5 de mayo significó también el día en que su país de origen se liberó del yugo opresor de los «extranjeros».
Un significado incluso más fuerte que el 16 de septiembre, fecha que marca el inicio de la guerra de independencia de México en 1810, cuando el cura Hidalgo se rebeló contra el imperio español.
Zaragoza, el chinaco fronterizo
Ignacio Zaragoza, el chinaco fronterizo, como lo llamó el historiador mexicano Justo Sierra, representaba al rebelde del siglo XIX. Entonces, se llamaba chinaco al liberal de tez morena que optaba por defender las causas del pueblo en contra de los hacendados, la Iglesia, y los catrines (ricos).
También los chinacos fueron los mexicanos que lucharon contra los invasores franceses: «Los chinacos, bravos, se batieron inundando de gloria la Nación», declama un canto de aquella época.
Asimismo, el 5 de mayo se convirtió con los años en la fiesta de todos los latinos en Estados Unidos, ya que evoca la opresión que viven las minorías.
De ahí que esta fecha tenga, hasta hoy en día, gran significado entre los mexicanos radicados en los Estados Unidos. Pero en los últimos años, no sólo la comunidad latina festeja el 5 de mayo, es una fiesta que se ha extendido a toda la población norteamericana, independientemente de su origen.