La doctrina neoliberal aboga por la anulación de los subsidios, aunque lo hace de forma selectiva, porque deja algunos. Apoya la libertad en el mundo de los negocios, suponiendo que cuándo hay más ganancias hay más inversión, porque no tiene sentido acumular el dinero de forma ineficiente, por ejemplo en cuentas de ahorro en los bancos. Es así como vemos que florece el negocio de los yates, aviones privados, casas de mega lujo y un mercado de productos muy caros (artículos de marca, relojes que compran los nuevos ricos incluyendo líderes sindicales, perfumes, etc.). La fortuna generada en lugar de invertirse en grandes industrias para generar empleo masivo, se gasta en consumo suntuario dónde ni siquiera se pagan salarios elevados. Muchas industrias optan por robotizarse para ahorrar en el uso de insumos caros como son las personas. Hay empresarios que lo justifican diciendo que la mano de obra es cara, debido a cargos del gobierno como IMSS, INFONAVIT, o sea beneficios para los trabajadores. Deberían trabajar más para poder comprar gas para cocinar. La riqueza cambia de manos concentrándose en los que tiene todo.
La clave para el neoliberalismo es generar riqueza gracias al aumento de la escala del mercado, por eso se orienta hacia la exportación, y se alimenta con salarios bajos para que aumenten los márgenes de ganancia, como no le interesa el mercado interno, tampoco le interesa generar capacidad de compra elevada. No aprendieron la lección del antisemita Ford que quería que cualquiera de sus empleados pudiera comprar su automóvil. A estos nuevos capitalistas les interesa poco la calidad de vida de sus empleados, si por ellos fuera volverían al capitalismo previo a “El Capital (Marx y perdón por invocar al diablo), dónde no había jornada laboral de 8 horas ni condiciones salubres en el espacio de trabajo.
Llegamos al terreno de la corrupción que se traduce en evasión de impuestos, malos manejos financieros y trampas, y frente al fracaso de los empresarios la doctrina neoliberal se voltea para defenderlos, para eso son los subsidios. Ejemplos sobran en el país.
La industria azucarera que el gobierno protegió desde antes de los neoliberales, aunque reconocían que los empresarios habían distorsionado el uso de los subsidios, pero el azúcar tenía un valor estratégico que fue usado en el conflicto cubano para enfrentar a Estados Unidos. Mucho del dinero destinado a los ingenios se dirigió a la compra de bienes raíces en la Ciudad de México, el gobierno lo toleró aunque les reclamó a los empresarios quienes al parecer se atacaron de risa.
El Rescate carretero es memorable, porque el gobierno decidió rescatar a las empresas, para que le sacaran más jugo a las concesiones y luego les entregó las carreteras, la lista de las empresas se repite en fraudes, abusos, protecciones. Una de éstas constructoras solicitó y recibió una extensión en la concesión de un puente entre Ciudad Juárez y El Paso, porque hicieron mal las cuentas y calcularon mal el flujo de automóviles, así que necesitaban más años para ganar más dinero. A OHL le han autorizado el aumento de tarifas en carreteras en el centro del país, tal vez por las millonadas que le entregaron a algunos funcionarios. Favor con favor se paga, o corrupción con abuso se compensa.
Pero la joya de la corona lo tiene el FOBAPROA, mejor conocido como ROBAPROA. El origen de este rescate está en la crisis producida por el error de diciembre que consistió en la torpeza del Secretario de Hacienda que le confió a los banqueros sus planes para devaluar el peso y estos desde su oficina generaron una corrida de dinero que los llenó de ganancias mientras hundían a la economía. El gobierno decidió salvar a los banqueros en lugar de salvar a los ahorradores, que de la noche a la mañana se encontraron con tasas de interés superiores al 100%, perdiendo casas, negocios, ranchos, etc. Para salvar bancos se emitieron bonos, de los cuales muchos fueron comprados por bancos extranjeros que se instalaron en México, de esa manera con inversiones mínimas han hecho su agosto llevándose una buena tajada de la riqueza nacional, porque el gobierno sigue pagándolos. Este año se pagarán cerca de 50,000 millones de pesos de esos bonos, y eso que estamos a 25 años de distancia del famoso error.
Así el resultado que se repite alrededor del mundo es concentración y aumento de riqueza, ampliación de la pobreza, e inviabilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas que son incapaces de sobrevivir frente a gigantes económicos que avasallan a la economía familiar y de barrio. Por cada Walmart que se abre se cierran casi todas las empresas locales que surtían a la colonia. Eso si, el dueño de una tiendita puede convertirse en empleado de la tiendota sin seguridad para su retiro, pero esa es su culpa por no saber ahorrar.