La naturaleza es una fuente interminable de inspiración, basta con sentarnos en un paraje tranquilo para que las ideas que fluyen en la mente empiecen a tomar forma. Bajo la sombra del imponente árbol de Pinea, alto, fuerte y de copa ancha, tomó forma el sueño más ambicioso de dos grandes amigos, Vicente Pliego y Hugo T. Del Pozzo, quienes visualizaron cómo podían compartir su pasión con el mundo.
En compañía del prestigiosos enólogo Isaac Fernández, se dedicaron a aprovechar las características de la Ribera del Duero, para crear un vino que tuviera la suavidad del paisaje ribereño y la fortaleza del árbol de Pinea. Tomándolo como nombre y como estandarte, la mezcla de su vino PINEA está basado en la máxima atención al detalle en el viñedo y en un amplio conocimiento de tradiciones centenarias, que han hecho famosa a España como tierra de vinos en mundo.
Uno de sus secretos, es iniciar la vendimia en el momento exacto en que las uvas están maduras, cortándolas a mano y tratándolas con delicadeza, de modo que no se alteren sus cualidades especiales. Cada etapa del proceso hace que las uvas liberen su carácter, creando vinos elegantes, armoniosos con las sensaciones que despiertan dentro de quien los prueba.
PINEA es la excepción a la regla que dice que la perfección no existe. Sus vinos son resultados de la unión perfecta de diferentes elementos: suelo ideal, entorno exigente, clima adverso, dos mentes unidas que vislumbraron un futuro promisorio.
Los viñedos son cercanos a Olmedillo de Roa y Villatuelda, en pleno corazón de la Ribera del Duero, a una altitud media de 900 metros sobre el nivel del mar. La altitud y la ubicación les permiten recibir una excelente exposición solar, con un ingenioso sistema de enraizamiento para que las uvas maduren bajo temperaturas extremas sin irrigación artificial. Es el contraste entre los inviernos fríos y nevados hasta los calurosos días de verano, los que logran que las uvas crezcan con una óptima concentración de azúcar y jugo.
PINEA está elaborado con uva Tempranillo, y de la cosecha de 2014 se elaboraron sólo 13.000 botellas, demostrando la dedicación artesanal que se le da a la producción. Después de pasar 30 meses en barricas nuevas de roble francés, el vino adquiere un color rubí intenso y brillante con un ligero desvanecimiento a granate-violáceo en el borde. En nariz es equilibrado, con aromas de fresa madura, frambuesa y cerezas trituradas, junto con sutiles tonos de lavanda, hojas de tabaco y cuero nuevo, complementado con delicados aromas a torrefacto, caramelo y vainilla. En boca revela elegancia y equilibrio con una intensidad de frutos negros silvestres y notas de roble bien integradas, taninos sedosos con un final largo y sabroso.
El respeto por la naturaleza y por la tierra donde crecen las vides, le ha dado a cada botella el toque único que sólo el amor verdadero puede dar.
https://pinea.wine
www.debybeard.com
@debybeard