Desde 1756, la empresa austriaca Riedel revolucionó el arte de crear copas y vasos, empleando el cristal más puro y creando diseños específicos para degustar cada tipo de varietal, para las bebidas espirituosas, licores, cocteles, y hasta para jugos y agua natural. Entre su gran variedad de diseños se encuentran bellos decantadores como el Boa, la Copa O para champaña, la colección Riedel Bar Drink Specific Glassware, y el moderno vaso para Coca-Cola.
Lo que hace especial a Riedel es que es la única empresa que entiende que tanto el material como la forma de una copa influye en la percepción de la bebida: la única forma de apreciar sin distorsiones las cualidades del vino es bebiéndolo de un copa que permita que fluya su esencia, de lo contrario, los aromas, los sabores y hasta el color pasarán desapercibidos ante nuestros sentidos.
La perfección y la pureza del cristal de Riedel, delicado y sin ornamentación, permiten que se apreciar las características del vino, así, los aromas, tonos y sabores se presentan ante los sentidos sin distorsiones. El cristal que se usa para la elaboración artesanal es como ningún otro, pues su superficie permite al vino expresar aromas más intensos, por lo que además de ser vasos y copas estéticamente bellos, son verdaderas herramientas del placer.
Una vez descubiertos los misterios del cristal y del diseño, Riedel empezó a presentar colecciones que compiten en belleza entre ellas. El innovador diseño de las Copas O, creadas por el CEO de la compañía, Maximilian Riedel, es único en el mundo, por ser las únicas copas que no tienen tallo. La idea de una copa sin tallo podría ser confusa para algunos amantes del vino, pero su funcionalidad y hermoso diseño han logrado romper los estereotipos. Una de las más llamativas por romper con todos los esquemas es la Copa O Champagne, que a pesar de no tener tallo cuenta con una silueta elegante de apariencia informal, y también es apta para beber vino espumoso o un cava español.
El éxito de las Copas O es doble, porque además de enseñarnos a tomar vino de una forma diferente a la que por años se nos ha enseñado, también han revolucionado la creencia de que las copas tienen que ser sostenidas del tallo o de la base del mismo con el fin de no calentar el vino y para no mezclar sus aromas con los de las manos, cosa que pasó a segundo plano al comprobar que las Copas O no alteran la percepción sensorial del vino. Además, también son muy prácticas para guardarlas sin ocupar mucho espacio, son cómodas, juveniles y muy versátiles.
Desde su fundación, Riedel ha revolucionado el arte del buen beber. Mediante el método de ensayo y error por un panel de expertos, su constante innovación y su permanente búsqueda de la perfección, nos han regalado diseños bellos y funcionales que logran acariciar los sentidos.
@debybeard