El tamaño de la clase media de México se ha mantenido relativamente estable, pero es mucho más pequeña que el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En el informe «Bajo presión: la reducción de la clase media», la OCDE informa que en promedio 61% de la población en el organismo internacional se encuentra en este grupo de ingreso, mientras que en México es 45%.
Señala que en la mayoría de los países de la OCDE, la clase media se ha reducido debido a que, para las generaciones jóvenes, es cada vez más difícil alcanzar la clase media, definida como unos ingresos de entre 75 y 200 por ciento del ingreso nacional mediano.
Así, mientras que casi 70% de los nacidos en la generación de la posguerra (los Baby Boomers, 1942-1964) formaban parte la clase media cuando tenían 20 años, en la Generación X (1965-1982) bajó a 64%, y solo 60% de la generación del milenio (los Millennials, 1983-2002) pertenecen a la clase media en la actualidad.
En el caso de México, la OCDE reporta que 48% de los Baby Boomers formaba parte de la clase media cuanto tenían 20 años, 46% en la Generación X y 47% en los Millennials, lo que muestra que este grupo de ingresos se ha mantenido relativamente estable.
El estudio de la OCDE refiere que la clase media mexicana está cada vez más altamente calificada, con casi 20% de los trabajadores con ingresos medios altamente calificados ocupando un puesto de trabajo. Los gastos en vivienda absorben una proporción más pequeña del presupuesto de la clase media en México (22%) que el promedio de la OCDE (32%).
Más apoyo a la clase media
La OCDE considera en su nuevo informe que los gobiernos tienen que hacer más esfuerzos para apoyar a los hogares de clase media, con dificultades para mantener su peso económico y estilo de vida, debido a que el estancamiento de sus salarios no les permite seguir el ritmo del aumento de los costos de la vivienda y la educación.
«Actualmente, la clase media debe navegar por aguas cada vez más inciertas», afirmó el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, durante la presentación del informe en Nueva York.
El reporte refiere que entre los países de la OCDE, el costo del estilo de vida de la clase media ha aumentado con mayor rapidez que la inflación. La vivienda, por ejemplo, representa el mayor gasto para los hogares de ingreso medio, y supone alrededor de un tercio del ingreso disponible, frente a una cuarta parte en los años 90, y los precios de la vivienda han aumentado tres veces más rápido que el ingreso mediano de los hogares durante las dos últimas décadas.
Un mercado laboral incierto
Más de uno de cada cinco hogares de ingreso medio gasta más de lo que gana, y su sobreendeudamiento es superior al de los hogares tanto de bajos como de altos ingresos.
Además, las perspectivas del mercado laboral son cada vez más inciertas: uno de cada seis trabajadores de ingreso medio ocupa un empleo con alto riesgo de automatización, frente a uno de cada cinco trabajadores de bajos ingresos y uno de cada diez de altos ingresos.
Según la OCDE, es necesario un plan de acción integral para ayudar a la clase media, y estima que los gobiernos deben mejorar el acceso a servicios públicos de alta calidad y la cobertura de la protección social.
Para hacer frente a los problemas del costo de la vivienda, deben implantarse políticas que fomenten la oferta de vivienda asequible, considera. Entre las medidas que ayudarían a los hogares de ingresos medios bajos están las subvenciones específicas, el apoyo financiero para préstamos y las desgravaciones fiscales para quienes compren una vivienda.
En países con niveles elevados de endeudamiento relacionado con la vivienda, las reducciones hipotecarias contribuirían a que los hogares sobreendeudados volvieran a la normalidad.
A medida que los empleos temporales o inestables, que suelen ofrecer salarios más bajos y una menor seguridad en el empleo, reemplazan cada vez más a los empleos tradicionales de la clase media, se necesita una mayor inversión en sistemas de enseñanza y formación profesional, agrega. Plantea además que debe ampliarse la cobertura del seguro social y de la negociación colectiva entre los trabajadores atípicos, como son los empleados a tiempo parcial o temporales y los trabajadores por cuenta propia.