El estrés es el principal factor de riesgo para padecer cefalea (dolor de cabeza) tipo tensional, la cual puede ser frecuente o poco frecuente según el número de episodios que se presenten a lo largo de un año. La infrecuente se presenta en menos de 10 episodios por año y la segunda cuando supera la cifra anterior en ese mismo periodo.
La enfermedad podría diagnosticarse como crónica cuando el dolor de cabeza persiste en la persona a lo largo de 15 días en un lapso de tres meses. Las de tipo primarias que no se deben a patologías orgánicas específicas son las más frecuentes, y son la segunda enfermedad más común, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El dolor de cabeza es uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso, y es de los motivos de consulta más frecuentes, y se estima que al menos 47 por ciento de los adultos a nivel mundial han sufrido cefalea en el último año.
Dicho organismo internacional menciona también que México ocupa el primer lugar en estrés laboral con 75 por ciento de su población económicamente activa, seguido por China con 73 por ciento y Estados Unidos con 59 por ciento.
Ana Marisol González, maestra en ciencias, explicó que la principal característica de la cefalea de tipo tensional es el dolor agudo con una duración de cuatro a 72 horas, de intensidad leve a moderado y no se agrava con las actividades habituales ni se presentan otros síntomas.
En el marco del Día Mundial de la Cefalea que se conmemora el 19 de abril, señaló que la presencia de dolor en la cabeza es una alerta de que algo no anda bien en el organismo y se debe de acudir con el médico general o el neurólogo para establecer un diagnóstico y tratamiento.
Dormir al menos ocho horas diarias, reducir el estrés con técnicas de relajación, mantenerse hidratado, comer sanamente y en los horarios pertinentes, hacer ejercicio, disminuir la ingesta de bebidas alcohólicas, pueden contribuir a disminuir los dolores de cabeza, indicó González.
Agregó, en un artículo, que en caso de necesitar medicamento, los antiinflamatorios no esteroideos (Aines) son fármacos de primera elección dentro de la comunidad médica.