El cineasta Viko Rodríguez consideró que se puede preservar la vaquita marina cambiando redes de pescadores, debido a que son muy fuertes, no se pueden romper, incluso, atrapan ballenas, tiburones y matan a las vaquitas.
En entrevista con Notimex, el codirector y productor del documental “Sea Trip: Odisea para salvar a la vaquita marina”, indicó que el buche de la totoaba es altamente cotizado en china, y que al pescar esta especie, también agregan a la vaquita marina.
“La vaquita marina es considerada la especie en mayor peligro de extinción del planeta; en el Golfo de Baja California coexisten dos especies endémicas de México, la totoaba y la vaquita marina”, expresó.
Dijo que la vaquita marina, al convivir al lado de la totoaba, es víctima de las redes ilegales, por tal motivo, se encuentra en serio peligro de extinción; pescadores ilegales deciden pescar con redes de enmalle que son muy fuertes.
Señaló que los pescadores tiran las redes y todo lo que atrapa se muere, la totoaba, vaquita marina, ballenas, tiburones, cahuamas, mantarrayas; son muy depredadoras esas redes, de los peores inventos del hombre, añadió.
“El documental estaba basado en murales, me fui enterando de la problemática y tomé la decisión de hacer un corto documental donde se mezclara el tema de los murales a favor de la vaquita y la comunidad de San Felipe, con la explicación de la problemática”, indicó.
Manifestó que la perspectiva de los artistas es que se puede salvar la vaquita marina cambiando el perfil de San Felipe, hacerlo destino turístico, que el documental muestra como el mar se va en la mañana y luego regresa, que cuenta con muy rica gastronomía.
“Se requiere hacer a San Felipe un lugar de turismo ecoturístico, tal como Cozumel, para que los residentes tengan forma de otro ingreso, otra forma de hacer su vida y no dependan totalmente de la pesca ilegal, por no tener otro ingreso”, señaló.
Consideró que artistas, autoridades de gobierno y educación tienen que intervenir, para brindarle a los pescadores mejores clínicas, hospitales, que tal vez es la única forma de salvar la vaquita marina.
“El reporte que hicieron científicos el año pasado ‘cirva’ a cargo del CICESE Ensenada, cuando hice el documental, señaló que eran 33 vaquitas marinas, se han registrado varios decesos, el cálculo es que quedan entre diez y 22 vaquitas marinas actualmente”.
Rodríguez mencionó que la vaquita solamente vive en el Alto Golfo de California, que es donde se une Baja California con Sonora, que solamente vive ahí, no viaja, ni migra como las ballenas, es endémica de esa zona.
Agregó que la vaquita marina se puede conservar a partir de la pesca deportiva y cultivo de la totoaba para consumo legal, a través de cooperativas y UMAs, que son unidades de manejo reglamentadas por Sagarpa y Secretaría de Gobernación.
Manifestó que lo que mata a la vaquita marina es la red; “si no tienen la red los pescadores, la vaquita sobrevive, la gente no quiere pescar con redes diferentes porque está acostumbrada a tener mucho producto, usar otro tipo de red implica no sacar tanto producto».
“Es una red muy eficiente porque agarra todo, si fuera más chica implicaría más trabajo y menos ganancia porque tendrían que invertir más tiempo y diésel. Considero que la única forma de apoyar para que no gasten gasolina son las granjas acuáticas”, agregó.
Indicó que hay tecnología y granjas legales en Guaymas y La Paz, que Baja California no cuenta con esas granjas, es cuestión que nazca el interés de emprender, no que el gobierno otorgue todo, los pescadores tienen que decidir montar una granja acuática.
“El humano tiene la capacidad, creatividad y empuje para hacer las cosas, no sabemos las consecuencias que se tendrían si desapareciera la vaquita marina, ecológicamente hablando no sabemos todavía porque no ha sucedido”, explicó.
Señaló el cineasta que “no sabemos qué es lo que hace la vaquita en toda la cadena de especies, es un misterio, la vaquita es muy tímida, tal vez se coma los huevos de los calamares, que son especie invasiva”.
Dio a conocer en entrevista para Notimex, que las mejores estrategias son inversión y apoyo para que los pescadores puedan montar granjas, educación y conciencia ambiental, apostarle a nuevas generaciones, que la inversión se tiene que hacer en los jóvenes.
“Los residentes de San Felipe ven la vaquita marina como amenaza por falta de interés e ignorancia, no pueden pescar en la reserva donde habita, la vaquita hace que todo el mundo preste atención en la pesca de Baja California, tal vez eso no les parece”, concluyó.