“Saber que alguien te va a asesinar, que la muerte está a pocos minutos de ti, te hace confrontar a Dios, yo lo confronté, le dije: si eres real, si existes, no permitas que encuentren la puerta del baño”, este es uno de los terribles momentos que vivió Immaculée Ilibagiza, sobreviviente del genocidio en Ruanda, y que ha tomado como bandera para promover por el mundo la paz y el perdón, tal como lo hará el próximo lunes 1 de abril en la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana a las 19:00 horas.
La oportunidad de escuchar el testimonio de Immaculée representará también, para los asistentes, la posibilidad de ayudar al Centro del Anciano en Tijuana, ya que los fondos recaudados, gracias a la labor de la Fundación Fimbres, se destinarán por completo para beneficiar a los adultos mayores que ahí residen.
Fue hace 25 años, 6 de abril de 1994, cuando la pesadilla inició tras la muerte del presidente de Ruanda al ser derribado su avión, dando inicio a la masacre más grande de todos los tiempos. En menos de 100 días, más de un millón de personas fueron asesinadas, esto debido a la tensión por décadas entre las tribus Tutsis y Hutus.
Immaculée no imaginó que aquella mañana, cuando su hermano Damascene la despertó sería la última vez que podría cambiarse de ropa y ver a su familia viva, pues tuvo que correr a refugiarse en la cada de al lado donde, escondida en un pequeño baño, permaneció por 91 días, mientras veía por un pequeño orifico a cientos de hombres buscando a los miembros de las “tribus enemigas” para acabar con ellos.
“Ellos buscaron por dos horas y se fueron, para mí fue ese momento el que me regresó la fe. Yo los odiaba, por supuesto. Estaba muy enojada, el tiempo que estuve en el baño no podía entender cómo otro ser humano puede causarte tanto dolor. Al nacer no elegimos ser en quienes nos convertimos, ni elegimos nuestros caminos, ni nuestra tribu, tampoco el país donde nacimos. Sentí deseos de venganza, pero pude darme cuenta de que eso no servía de algo, que sólo iba a prolongar el dolor y el odio en este mundo”, narra a quien le fue entregado el Premio Internacional Mahatma Ghandi y obtuvo cinco títulos de doctorado.
A partir de esos 91 días de inimaginable sufrimiento, Immaculée encontró su fe, aprendió inglés y se comprometió consigo misma a llevar una vida de paz, esperanza y perdón, incluso con aquellos que asesinaron a su familia. Ha dedicado sus energías a trabajar en Naciones Unidas y es autora de siete libros sobre su fe y su vida, uno de ellos catalogado como Best Seller por el New York Times.
Los boletos para esta magna conferencia están a la venta en las taquillas del CECUT, Hotel Real Inn, Auditorio Municipal, Grand Hotel Tijuana, Museo El Trompo y Taquilla Express.