México es el país donde la jornada laboral promedio por empleado es la más extensa de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), pero a pesar de ello, el país también es de los que tiene los más bajos niveles de PIB por cada hora trabajada y PIB per cápita.
En promedio, cada empleado mexicano genera US$21.6 por hora y trabaja 2,148 horas al año, cifras significativamente lejanas a la media de la OCDE: US$54.8 por hora y 1,726 horas anuales por cada trabajador.
La producción per cápita en México asciende a US$46,325 anuales, también el nivel más bajo de todos los países de la OCDE e inferior a la media (US$94,576.1 al año), según cifras a precios corrientes de la OCDE.
Las brechas entre la productividad de México y países de ingresos altos se explican en gran parte por el sesgo entre los procesos laborales, la asignación de recursos y los incentivos al empleo formal y la innovación, de acuerdo con un estudio de la OCDE sobre productividad en los países de América Latina.
En los países que presentan los niveles más altos de productividad laboral (medida en PIB per cápita y PIB por hora trabajada), se cuenta con una mayor participación de las mujeres en la economía, un nivel más alto de incentivos a la educación de calidad e igualitaria, un mayor gasto en ciencia y tecnología, una mayor participación de las pequeñas y medianas empresas, niveles bajos de informalidad laboral y un mercado más competitivo.
En México la proporción de mano de obra femenina respecto de la masculina asciende a 55%, la media para la OCDE es de 78 por ciento. En las pruebas PISA para medir el nivel educativo México presentó el resultado más bajo de todos los miembros de la OCDE y el rezago educativo para la población del decil I (los más pobres) es casi diez veces más alta que para el decil X (los más ricos). Se destina menos del 1% del PIB a la ciencia y el desarrollo. Más de la mitad de los mexicanos (58%) laboran en la informalidad y se presentan niveles bajos de competitividad. (Según cifras del Inegi, SHCP, Banco Mundial y Coneval).
La mezcla de todos estos factores resulta en un menor nivel de productividad laboral, que, de acuerdo con el estudio de la OCDE, es un elemento crucial para que los países de América Latina cierren sus brechas respecto de las economías avanzadas.
¿En dónde la productividad laboral es mayor?
Irlanda encabeza la lista, con el mayor nivel de productividad (medida a través del PIB por hora trabajada y el PIB per cápita) de todos los miembros de la OCDE. El PIB por hora asciende a US$99.5, con una jornada laboral de 1,736 horas al año por cada empleado. Por su parte, el PIB per cápita asciende a US$172,794.5 al año, según cifras de la OCDE.
17 países más también presentan un PIB por hora trabajada superior a la media de US$54.8. Entre ellos se encuentran Luxemburgo, Noruega, Bélgica, Dinamarca, Austria, Alemania, Estados Unidos, Países Bajos, Suiza, Suecia, Francia, Finlandia, Islandia, Reino Unido, Australia, Italia y España.
Del total de países que presentan niveles altos de productividad laboral resalta Noruega, que es el tercer país con mayor generación económica por hora trabajada (US$83.1) y al mismo tiempo el tercer país con la jornada más corta (1,415 horas al año).
La combinación de factores económicos y específicamente las condiciones laborales resultan en mayor productividad aun con menos tiempo dedicado al trabajo de sus habitantes.