Don Filo es un conserje de un edificio en la colonia Del Valle. Hace unos años ganaba 2,700 pesos al mes. En una ocasión Don Filo le pidió prestado a uno de los inquilinos del edificio. Tuvo la suerte de pedirle prestado a la persona correcta. La diferencia entre ese inquilino y cualquiera de nosotros es que él trabajaba en temas financieros y tenía la vena del emprendedor social. Se encargó de planear el préstamo y vigilar a dónde iría la inversión. Decidió ayudar a Don Filo y le prestó un dinero, pero le hizo un plan de pagos basado en su sueldo y lo fue motivando a que si cumplía con dichos pagos le aumentaba el préstamo, si lo necesitaba, sin interés alguno. Le dio un seguimiento detallado y fue entablando una relación de confianza con Don Filo. Así se enteró para qué usó el préstamo: Don Filo pudo comprar más puercos y construir un mejor lugar para tenerlos. Después se dio cuenta en las conversaciones cotidianas de cómo motivar a Don Filo, con esa pequeña ayuda impulsó el futuro del conserje de su edificio (ve el testimonio de Don Filo https://youtu.be/xNzLOnZZNb8).
En aquella reunión, Miguel Duhalt nos contó el origen del nombre y de su idea: si una persona incluida financieramente puede ayudar a sacar de la exclusión financiera a 4 personas (otorgar ahorro, crédito y seguro), entonces cambiaremos a México y a Latinoamérica. ¡Sí! Una fórmula con una métrica de cambio clara. Así surgió el nombre de Comunidad 4Uno (https://bit.ly/2NmGtrV). Nos contó la historia de Don Filo, el velador de su edificio, y de cómo se le había ocurrido la idea. Miguel es un emprendedor que une la disciplina numérica con una dimensión humana poco vista en el mundo de los negocios. Una combinación necesaria.
Aquella idea, hoy, es un hecho. Aunque sigue en un modelo de pilotaje: el servicio y la plataforma de soluciones se siguen nutriendo y perfeccionando desde que comenzó a interactuar con usuarios reales hace 2 años. Hoy Comunidad 4Uno (https://bit.ly/2NmGtrV) ha logrado impactar a casi 2000 empleados del hogar. El impacto es importante: por un cálculo sabemos que por cada empleado que entra al programa protege a 2.5 personas más. La protección está vista desde un concepto de salud social amplio que se centra en los 3 elementos de inclusión financiera mencionados. Si bien, por ahora, el énfasis ha estado en apoyar a la trabajadora del hogar frente a una situación de emergencia médica, ya hay planes para comenzar a impactar en los otros dos ámbitos. Además, en la proyección de impacto social que suma el conjunto de servicios que una trabajadora tiene al pertenecer a la comunidad, suma un ahorro por más de 50,000 pesos anuales (seguro por accidentes, consultas médicas en instituciones privadas para ella y sus hijos, y un servicio de atención personalizada para ese momento). La inversión anual para un empleador que desea impactar de manera positiva en la vida de 2.5 personas es menor al 4% de ese valor. El equivalente a una suscripción de menos de 200 pesos al mes.
El éxito y la espectacular producción de Roma nos han reflejado las injusticias hacia todas las “Cloes” que trabajan arduamente en los hogares más privilegiados. Alfonso Cuarón tiene las virtudes del artista. Al igual que Francisco de Goya retrató la crueldad de la guerra de 1820 con sus grabados y con la fidelidad de un fotoperiodista moderno, Cuarón refleja de manera sutil, y con un haiku en imágenes que deleitan, el complejo entramado de injusticias dentro de una familia que representa a muchas familias. El pasado nos refleja el presente, nos hace pensar, deleitarnos o aborrecer ese cuadro. Nos vemos y nos disgustamos. Hay más de dos millones de trabajadoras del hogar que ven y viven ese reflejo.
Esas injusticias son enormes. Las asociaciones y personas que luchan para desaparecerlas son también muchas. La organización que lidera Marcelina Bautista, la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar (SINACTRAHO) y el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), junto con otras diversas organizaciones civiles, organizaron una función de Roma titulada “Del cine a la realidad, hablemos de derechos y justicia para las trabajadoras del hogar” el 13 de diciembre pasado.
Lo sucedido ahí fue que se habló del trabajo que llevan haciendo Marcelina y otras tantas mujeres durante los últimos 20 años: develar las estructuras de explotación y denunciarlas. Se escucharon historias de mujeres como Cloe.
A la par del estreno de Roma, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró anticonstitucional el artículo que dejaba sin obligación de dar seguridad social a las trabajadoras del hogar. También, el gobierno de México anunció que apresuraría la ratificación del Convenio 189 de la OIT que fortalece los derechos laborales de este sector (https://www.sinembargo.mx/13-12-2018/3510576).
El contexto nacional está cambiando. Sin embargo, no conozco otras organizaciones como Comunidad 4uno (https://bit.ly/2NmGtrV) que traten de cambiar la narrativa de esa injusticia con una perspectiva distinta y desarrollen desde el origen un proceso de dignificación de un trabajo que es más que necesario. Personalmente he entrevistado a trabajadoras del hogar y a empleadores. He escuchado historias impactantes tanto positivas como negativas. Pero también tengo claro que muchas trabajadoras se sienten orgullosas de su empleo y que como hay empleadores que están desorientados, también hay muchos que desean cambiar para bien.
Carmen, es una parte fundamental del equipo 4Uno y me cuenta algunos casos de cómo han ayudado. El servicio de 4Uno consiste en ser un hub de servicios y ellos potencian los mismos con atención personalizada. En una ocasión Nancy, una trabajadora del hogar, le manda mensajes de voz solicitando un médico en casa: se sentía muy mal. Carmen responde con un mensaje de texto y Nancy devuelve el mensaje con otra nota de voz diciéndole “no sé leer”. Carmen brindó el apoyo necesario para que un médico a domicilio llegara a ver a Nancy y la atendiera.
El enfoque y énfasis en lo que funciona es poco aceptado, los “brightspots”. Hay muchas historias de éxito y de transformación, de resiliencia social que se centran en exaltar los elementos positivos que suceden en un escenario negativo. Hay hasta tratamientos psicológicos que siguen ese método. Como humanos estamos acostumbrados a resaltar las manchas y no los puntos brillantes en una relación o una situación. Las historias de empleadores responsables y empleadas contentas nos parecen propias de una utopía ajena. Comunidad 4uno (https://bit.ly/2NmGtrV) se enfoca en afianzar y desarrollar las relaciones positivas. En hacer que empleadores responsables generen empleadas más plenas y felices, y en reconocer de qué manera lograrlo y en incentivar la responsabilidad de los empleadores. La historia de Don Filo es su ADN.
En un extraordinario libro de la escritora suiza Milena Moser, hay una escena tan distante de la realidad mexicana:
La doctora Schwartz asintió, se quitó el abrigo y fue hacia la cocina… —Me haré un café –exclamó– ¿le apetece uno Irma? —Gracias –dijo Irma.
Volvió a arrodillarse, anudó una esquina limpia del trapo en torno a su índice y lo deslizó a lo largo del listón hasta la escalera. Allí se quedó, agachada, hasta que la doctora Schwartz la llamó, anunciando que el café estaba listo.
Irma se lo bebió de pie, apoyada contra la encimera. —Siéntese dijo la doctora…
¿Ha meditado lo de las entradas? —¿Entradas? Ah sí, iré con mucho gusto.
La doctora Schwartz sonrió encantada…
Iré con mi abuela. Hace años que no ha ido al teatro…
Cuando leí La isla de las fregonas, hace casi veinte años, mi sensación fue como la de viajar a un planeta ajeno y de ficción. Hoy imagino el futuro que ven Miguel y su talentoso equipo y me transportan ahí. A un México y a una Latinoamérica en donde trabajadores del hogar pertenecen al trabajo digno, a un México en donde ellos acceden a los servicios privados y públicos que merecen; a un México en donde la relación empleador-trabajador tiene cabida bajo un marco humano. No quiere decir que la historia de Irma, la trabajadora del hogar suiza, esté carente de los claroscuros humanos y de las riñas naturales entre empleadores y trabajadores. Lo que esa historia refleja es la diferencia estructural y jerárquica de las relaciones; una relación empleador-trabajadora sin el estigma de clases. Eso por lo que Marcelina y muchas otras mujeres han luchado tanto tiempo.
Al preguntarle a Miguel si le preocupa la iniciativa gubernamental que impulsa el acceso universal a la seguridad social para trabajadoras del hogar. Su respuesta es contraria. “Estamos en el mismo canal, el gobierno me ayuda a un pequeño paso de lo que queremos cumplir; pero tener seguro social no implica todo el cambio que queremos generar”. Su visión va más allá del seguro y como un gran visionario ve el cambio como un impulsor. Hoy, están ayudando a hacer el trámite de afiliación al IMSS, a quitarle la burocracia al empleador.
Para el equipo 4Uno la relación entre empleador y trabajador del hogar debe de mejorarse y hay que encaminarla. Dar seguridad, ahorro y crédito a un trabajador del hogar no es una ayuda, menos una limosna, es simplemente ser justos.
En el libro Switch (How to change things when change is hard), de Chip y Dan Heath, se narran muchas historias que comparten, en estructura, las bases del modelo de cambio a través de lo que sí funciona. El argumento para generar un cambio, nos dicen los autores, es que muestres un objetivo claro, motives emocionalmente y generes las condiciones apropiadas en una situación: el camino adecuado.
Los grandes cambios pueden suceder. En el 2006 Don Berwick anunció un cambio que impactaría a 100,000 personas en el sistema de salud de Estados Unidos. El cambio consistía en evitar la pérdida de ese total de vidas en los hospitales por causas que podrían evitarse. Promovía 6 intervenciones específicas (ver el caso en http://www.ihi.org/communities/blogs/_layouts/15/ihi/community/blog/itemview.aspx?List=7d1126ec-8f63-4a3b-9926-c44ea3036813&ID=268). El 14 de junio del 2006 a las 9:00 a.m. tal y como lo predijo, Berwick había cumplido el reto. Logró afiliar a cerca de 3,100 hospitales en la campaña que siguieron las 6 medidas. Muchos doctores no estuvieron de acuerdo al inicio, ya que esos cambios generaban inconvenientes. Sin embargo, Berwick se aseguró de motivar el cambio con historias adecuadas como la de una madre quien había perdido a su hija años antes por no haber gozado de la prevención de esas medidas. Berwick conjuntó las tres condiciones para el cambio: un objetivo claro, motivación y una ruta adecuada.
Gracias a personas como Alfonso Cuarón, Marcelina Bautista y Miguel Duhalt, hoy existen en México las condiciones para generar un cambio positivo.