México busca transitar «de la cultura del poder al poder de la cultura», planteó la directora general del Centro Cultural Tijuana, Vianka Robles Santana, al exhortar a los empleados de la institución a contribuir a la Cuarta Transformación desde el ámbito del arte y la cultura.
El poder de la cultura explicó la funcionaria federal, busca cambiar el paradigma que durante décadas nos ha llevado a la asimetría económica y la injusticia social, y hacer que voces que no han sido escuchadas hasta hoy se hagan oír.
«El poder no solo se circunscribe al ámbito político, tiene que ver con muchas otras dimensiones sociales, especialmente con el servicio público. Porque cuando a los servidores públicos se nos olvida cuál es nuestro lugar en el gobierno, cuando nos distanciamos de la idea de servir y caemos en la tentación del pequeño poder, el pequeño control y el pequeño esfuerzo, dejamos de honrar nuestra función y, sin proponérnoslo, nos volvemos parte de ese entramado que es la indolencia», advirtió.
Durante su primera alocución ante la plantilla laboral de la institución, ya como directora general, la doctora Santana reconoció que su designación al frente del CECUT le impone el reto formidable de llevar a buen puerto a la única instancia federal desconcentrada de la Secretaría de Cultura hasta hoy, y exhortó al personal a seguir entregando su mejor esfuerzo para la consecución de los altos propósitos que persigue el Gobierno de México.
«La designación no solo me honra, sino que, además, me compromete profundamente y me obliga a un desempeño ejemplar, pero también a un cuidadoso trabajo al frente de un equipo humano que hace posible la marcha de una institución como esta», afirmó.
«He sido llamada para servir, para atender, para trabajar y para contribuir en esta visión de nuevo país en el que todos nosotros jugaremos un papel importante, porque la cultura y el arte son los vehículos para construir una verdadera cultura de paz, de inclusión, de tolerancia, de equidad, de civilidad.
«Hoy más que nunca», añadió, «no debemos perder de vista que trabajamos para una gran institución, uno de los lugares más icónicos del noroeste, un lugar que se ha caracterizado por su excelencia y su intensa actividad, y no perder de vista que eso es producto del trabajo de personas como ustedes, que han estado cada día dispuestos a hacer su mejor esfuerzo.
«Como artista siempre he experimentado en el CECUT una gran disposición por parte de todos sus empleados, así como compañerismo y amistad; ahora como responsable de la conducción del centro, estoy segura que seguiré contando con la buena disposición de todos ustedes», aseguró la doctora Santana.
La directora general del CECUT exhortó a ver a los artistas como aliados de la institución y ellos a su vez «tendrán que mirarnos a cada uno de nosotros, como aliados y compañeros necesarios para que su arte sea divulgado y dado a conocer» en la comunidad.
Como parte de su política de reconocimiento a los méritos laborales del personal, la directora general del CECUT promovió a empleados de extensa y probada trayectoria en la institución a puestos gerenciales.