Cuando nos invade la sensación de que cada día es un renacer y que basta con que deseemos algo para que se vuelva realidad, es que estamos en el paraíso, en uno llamado Mandarina. En este pedacito de cielo, los tibios rayos del sol brillan sólo para nosotros, bandadas de aves revolotean sobre las copas de los miles de árboles que cubren las montañas de la Sierra Vallejo, y el mar, apacible y esplendoroso, brilla a nuestros pies como un espejo en el que vemos reflejada la perfección del momento.
La paz de este remanso llamado One&Only Mandarina Private Homes, podemos sentir nuestro corazón latiendo al ritmo de las olas del mar, y los sueños son renovados con la brisa fresca que desciende de la montaña. Entre nuestros pensamientos y la perfección, no hay nada más que un horizonte verde, el murmullo de las olas y el exquisito diseño de las villas de Mandarina.
Mandarina es parte del proyecto único de One&Only, en el que podemos fundirnos con la belleza salvaje de la naturaleza. Sus villas son más que residencias de lujo, son una celebración a la vida y a la libertad que nos brinda el estar en contacto con la naturaleza virgen, alejados del bullicio de las grandes ciudades, inmersos en el paisaje y en nuestros deseos. Cada una es de un diseño único, adaptadas cuidadosamente a las características del terreno, creadas de forma que desde todas sus habitaciones se tengan impactantes vistas a la montaña y al mar.
Para diseñarlas, la firma de arquitectos Rick Joy Architects, famosa por su sensibilidad al hacer a la naturaleza parte del diseño, se rompieron los esquemas preestablecidos para inventar un nuevo concepto innovador, creando villas funcionales, hermosas y en armonía con el ambiente. El diseño parte de la integración de la naturaleza con cada uno de los espacios interiores, por ello, las habitaciones amplísimas de etilo abierto se conectan con la terraza, la alberca y los baños.
Se mantiene el contacto con el exterior mediante ventanales de piso a techo en lugar de muros, permitiendo la integración con el ambiente en cada momento, desde los primeros rayos de luz del amanecer hasta que el sol se pierde en el mar. El mimetismo de las villas con el paisaje nos permite fundirnos con el vaivén de las olas, la brisa marina y la exuberante vegetación, creando un ambiente holístico al que se integra elementos naturales como techos de madera y detalles de piedra pulida.
Las villas de One&Only Mandarina Private Homes sobre la colina, las vistas espectaculares que se tienen desde ellas, el clima tropical de Puerto Vallarta y las amenidades exclusivas de las que gozan los residentes, las convierten en pequeños universo de sueños infinitos. Ya sea que tengan cuatro, cinco u ocho habitaciones, todas cuentan con albercas infinitas privadas desde las que se pueden admirar los picos montañosos tapizados de vegetación, en contraste con el azul del océano.
Al ser parte del estilo de vida Mandarina, se tiene acceso a las actividades de relajación, bienestar, gastronomía y aventura, como el Mandarina Polo & Equestrian Club, o el acceso a la playa privada donde se ubica el One&Only Majahua Beach Club. Desde la playa de arena suave se tiene acceso a The Jetty, el embarcadero en forma de media luna construido sobre el mar, en el que se podemos embarcarnos en los yates para mirar a las ballenas, tan embelesadas como nosotros en este paraíso terrenal.